Voy a confesar que lo primero que me causó la noticia de una nueva adaptación de Mujercitas, la inmortal novela de Louisa May Alcott, fue una pereza y una desazón increíbles. Ya en 1917 se adaptó por primera vez al cine, de mano de Alexander Butler, y nombres como George Cukor, Katharine Hepburn, Joan Bennett, Winona Ryder, Susan Sarandon, Kirsten Dunst o Janet Leigh han pasado por estas películas. De hecho, en 2018 se realizó una horrenda versión modernizada, y el año anterior una miniserie. Los más fans de la obra incluso podrán disfrutar del anime de 1981 Wakakusa monogatari yori wakakusa no yonshimai, que, como todos sabemos, encuentra su traducción perfecta en Mujercitas. ¿Podía ofrecer algo nuevo otra versión más de una obra sobreexplotada?
Cuando una voz como la de Greta Gerwig está a los mandos, todo lo puede. Y es que no ha habido película de esta actriz, guionista y directora que no sea, como poco, estimulante: desde la premiada Frances Ha hasta el retrato perfecto de Lady Bird, no hay ahora mismo un nuevo talento en Hollywood que pueda rivalizar con ella (salvo, quizá, el de su marido, Noah Baumbach). Por cierto, apunte al margen, ambos estarán guionizando y dirigiendo la adaptación de Barbie y no entiendo por qué no estamos todos hablando de esto.
Gerwig aporta un giro necesario a Mujercitas, ese que da por hecho que ya conoces la historia y puede dedicarse a hablar de lo que realmente le interesa: el camino de la propia adaptación de la novela y el retrato de Gerwig de la mano de Jo, que no está disimulado ni falta que hace. Mujercitas es un relato sobre cuatro hermanas enamoradizas en el Estados Unidos rural, pero también es, al mismo tiempo, un relato feminista sobre la situación de las mujeres artistas en el siglo XXI, de dónde se sitúa Gerwig como autora y de su voz dentro de Hollywood. Y es que esta es una obra que, dentro de su aparente sencillez, esconde muchas capas de introspección y personalidad que nunca antes se habían visto en un film de estas características.
El juego con el espectador es el siguiente: de la misma manera que Alcott narraba partes autobiográficas en Mujercitas utilizando al personaje de Jo, Greta hace lo mismo basándose en el material original y usando al mismo personaje como catalizador de sus propias experiencias. Suena enrevesado, pero al mismo tiempo muy asequible: cualquier espectador puede entrar fácilmente en este juego y apreciar la sensibilidad con la que la directora utiliza a unos personajes que ya todos conocemos, incluso permitiéndose la osadía de dar saltos adelante y atrás en el tiempo, hacer dudar sobre la veracidad de lo ocurrido o incluso saltarse puntos importantes de la historia dando por hecho que, o bien conoces Mujercitas, o bien puedes rellenar los huecos sin problema.
Esta adaptación podría ser una maravilla absoluta de haberse arriesgado un poco más, pero en algunos tramos simplemente (no es fácil tampoco, ojo) se limita a adaptar la novela original sin aportar ese extra que sí puede aportar en el resto del film. Son llanos necesarios para que la película fluya sin entrar en el terreno del exceso metalingüístico, pero al mismo tiempo se echa de menos esa garra que Gerwig demuestra tener durante el resto del relato.
Sobre el reparto se habló mucho debido a la inclusión de algunas actrices quizá excesivamente encasilladas en otros papeles, pero cumple sobradamente, especialmente de la mano de Saoirse Ronan, que ya protagonizó de forma vehemente Lady Bird, que hace a Jo suya y entiende perfectamente lo que la directora quiere hacer con el material original. Junto a ella, Emma Watson, a la que nos gustaría ver más en pantalla (no son pocos los que aún la identifican con Hermione Granger), Florence Pugh (a la que vimos sufrir este año en Midsommar) y la más desconocida Eliza Scanlen (de la serie Heridas abiertas). Pero la guinda del pastel, aparte de estas sobradamente válidas interpretaciones, viene de la mano de Laura Dern, Meryl Streep o Timothée Chalamet, en su momento de gloria. No hace falta decir que nadie sobra en esta cinta y tan solo se echa un poco de menos ver más escenas con Bob Odenkirk, que siempre es agradecido.
Un reparto en estado de gracia, un guión a prueba de bombas, una dirección única muy autoconsciente de lo que quiere hacer… Poco falla en Mujercitas, y lo que no termina de arrancar no tiene, en verdad, mayor importancia. Es una película que trata al público como un ente inteligente capaz de seguir una estructura compleja y unas tramas que fluyen de maneras casi mágicas. Es como para rendirse a los pies de Gerwig, que es capaz de sacar oro de un terreno poco fértil en el que otras personas han sacado barro durante décadas. A sus pies.
15 comments
Cuesta entrar al principio, pero a medida que avanza, el film se va entonando y acaba siendo de lo mejorcito. SOSA RONAN esta bien pero la otra la de «Midsommar» Florence «Piug» es de lo mejorcito. Pero en general de lo mejor de 2019.
No me ha sorprendido leer que Gerwig ha sacado oro de donde parecía imposible, ni que semejante reparto funciona bien, ni que junto a su marido son una de las parejas con más talento del cine actual… Pero qué coño, reconozco que lo de que son ellos los que van a adaptar Barbie me ha dejado tonto (más).
Fantástica cinta y un montaje cojonudo. Como bien dice Sasha al principio puede descolocar un poquito los saltos, pero una vez entras (y no tardas mucho) es un torrente emocional importante. Gran dirección, gran guión y gran montaje. De las interpretaciones me reservo ya que la vi doblada, pero las veo fantásticas a todas, la verdad.
Yo casi casi CASI llore con el momento de Beth y me gusta Chalamet cuado la Ronan le dice que no. Es un film muy de actores y si te llegan el film te llega. Y buena banda sonora.
El momento playa entre Beth y Jo nos tuvo a mi mujer y a mí con los ojos hasta los topes.
También Cooper cuando le dice a Jo que quiere entrar a la casa pero que no está ella y tal…. La navidad me vuelve moñas.
Esa es otra. Y te lo sabes…. pero aún así si que me ha llegado
La vi hace dos días y me encantó. Me pareció muy acertada la decisión de llevar un montaje paralelo entre las dos líneas temporales, teniendo como momento cumbre la enfermedad de Beth. También me pareció muy destacable por lo narrativamente juguetón, la conversación con el editor con respecto al final amoroso del personaje de Jo.
Ah, y coincido con @Digweed:disqus que Florence Pugh es la que me pareció sobresalir de un gran duelo interpretativo con Saoirse. Ambas son muy grandes, pero creo que la que puede terminar con la estatuilla en la chimenea es la inglesa.
Chalamet lo hace bien, pero me da que se hace a un lado y deja que sean las mujeres las que se lleven el gatoe el agua.
Me parece muy generoso eso por su parte. Tiene hechuras de actor genuino, no entiendo la manía que le ha cogido mucha gente. El sabe que el pelotazo a nivel global lo puede dar con Dune. Veremos.
Da esa sensación. Pero lo mismo me equivoco
Fantástica adaptación de Gerwig. Me parece súper potente y muy arriesgado lo del montaje y me parece que sale airosa gracias a un guión medido al milímetro que funciona como un puto tiro. Con la modernización justa, sin resultar estomagante. Las actrices pues qué decir. Todas increíbles. Supongo que me quedo con Pugh porque esa chica es de otro mundo. Pero me sorprende el buen hacer de Watson, a la que nunca he tenido en gran estima. Y los secundarios masculinos cuidadísimos también desde los clásicos Cooper y Odenkirk, pasando por el espléndido Garrel a la promesa Chalamet. Creo que va a ser con todo merecimiento la adaptación que perdurara para las futuras generaciones que quieran acercarse a esta historia en el siglo XXI.