Imaginemos por un segundo que Gente en sitios se titulara People on places y que en vez de Juan Cavestany la firmara David Lynch. No sería extraño pensar que si se dieran estos factores estaríamos hablando que Gente en sitios sería automáticamente considerada una obra maestra por la masa crítica y que además a cualquiera que se atreviera a decir que es una mierda de película se le tacharía de impostor e inculto.
Pero la realidad es la que es y Gente en sitios la firma realmente un señor llamado Juan Cavestany y en vez de estar protagonizada por algún actor norteamericano de renombre tiene en plantilla a prácticamente todos los actores españoles. Literalmente. Todos.
La película es un ir y venir de sketches, de humor o no, sin relación aparente entre ellos, que nos narran diferentes escenas bastante costumbristas aunque con toques surrealistas. Algo parecido a Holy Motors pero sin hilo conductor.
Por momentos parece que estemos viendo un sketch largo de Muchachada Nui o que nos están timando. Es comprensible llegar a esta conclusión porque en el cine español no es muy común que aparezcan este tipo de cintas, y si lo hacen no salen del circuito independiente o festivales y casi siempre están interpretados por rostros nada conocidos.
Se podría decir que Gente en sitios marca un punto de inflexión en el cine español. Consigue juntar por un lado rostros de sobra conocidos con un argumento digno de Vengamonjas o Querido Antonio. Y esta película no es más que un aviso de lo que está por venir, de una nueva corriente de creadores y creaciones fuera de lo común que prefieren centrarse en incomodar y hacer pensar que en tener un argumento legible por el gran público.
Ojalá que esto no se quede aquí y que gracias a gente como Juan Cavestany, que goza de un nombre en la industria, se consiga el desembarco de todo esos jovenes creadores que tienen mucho que aportar en las grandes salas y por fin salgan de YouTube. Nadie daría un duro por Gente en sitios si estuviera firmada por Carlo Padial y es por eso que debemos reivindicarla.
Aunque posiblemente me equivoque y Gente en sitios no sea más que un fallo del sistema y que dentro de unos meses nadie recuerde esto, el cine español siga a lo suyo con sus mariquitas y su Guerra Civil, y que la gente que tiene algo nuevo que decir siga en YouTube para siempre y ganándose la vida sirviendo cafés y grabando las bodas de sus colegas. Pero ojalá que no.
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