El Festival In-Edit se niega a cerrar sus puertas y decide que este año su programación sea completamente online. Lo cual permite al espectador la facilidad de tener a su disposición todo el contenido sin moverse de casa, perdiendo parte de la experiencia cinematográfica, pero ganando en comodidad e inmediatez. Un acierto dentro de la pandemia ya que la ciudad de Barcelona cerró cines al poco de iniciarse el festival. La primera cinta que hemos visionado es Life and Death of Brian Jones, el documental sobre la vida del fundador de la banda de los Rolling Stones, también conocido como Brian Jones, una estrella del rock caída en desgracia y un músico impecable pero difícil de llevar. Brian tuvo una vida llena de excesos hasta su prematura muerte a los 27 años. Este documental se focaliza en dar un resumen de su vida sin tampoco aportar nada nuevo más allá de una cantidad abundante de anécdotas y material fílmico inédito. Una visión no demasiado amable de su vida que (en ocasiones) no duda en ensalzar a Jones como una deidad a la vez que lo muestra como un joven con sendos problemas mentales.
A lo que se refiere al guión y a la estructura, no sentimos que aporte mucho más que un documental hecho por un fan en YouTube. Su final caótico, más cercano a la narrativa de las teóricas de la conspiración que al documental musical al uso, hace que el sabor final sea un tanto agridulce. Quizás sea un buen documental para alguien que se quiera iniciar en la verdadera historia de los inicios de los Rolling Stones, pero para los fans que más o menos conocen la historia es una película bastante prescindible.
El resultado es un producto sin personalidad, un capítulo más en la historia del club de los 27 con un personaje muy desaprovechado, ya que la historia trágica de un músico que rozaba la genialidad y era adicto a los excesos del estrellato tendría que funcionar por sí sola, pero en este caso no lo hace. Para el espectador que se quede con ganas de más recomendamos Stoned (disponible en Filmin), un biopic de 2005 dirigido por Stephen Woolley que tampoco destaca especialmente, pero al menos sí aporta algo más que la historia oficial sobre la leyenda de Jones.