Hace unos días estaba de vacaciones de Semana Santa cuando en TCM Clásico pusieron Psicosis. Yo ya la había visto, pero como no tenía nada mejor que hacer me dispuse a disfrutar de nuevo de la obra de Alfred Hitchcock. Al terminar me di cuenta que no había visto otra de sus aclamadas películas, Vértigo. Así que cogí el coche y me acerqué al Blockbuster más cercano para resolver dicho entuerto.
Hablar mal de un clásico de culto como Vértigo significa perder credibilidad ante los entendidos en cine, quedar desterrado para siempre de la gente con sentido común, y en algunos casos incluso ser apaleado en la plaza del pueblo. Sin embargo si por algo me decidí a crear Cine en serio era para hablar del cine sin tapujos y con sinceridad, sin caretas y sin medias tintas.
Vértigo me ha aburrido, y es una pena porque iba predispuesto a que me gustara. Después del subidón de Psicosis esperaba ver en Vértigo algo trepidante, sentir miedo a las alturas de verdad, pero no podía estar más equivocado. Lo de Vértigo supongo que se lo puso porque había que ponerle algún nombre a la película, porque en las dos horas que dura queda como algo anecdótico.
Seamos sinceros y aceptemos que es normal que esta película aburra. Al fin y al cabo se hizo en un tiempo en el que el cine era otra cosa, pausado, sin prisas y sin el efectismo al que los directores deben recurrir hoy día para que la gente siga llenando las salas de cine. Vértigo no está hecha para el público de hoy día, es un hecho.
Tampoco se le puede negar que la historia es interesante, pero para poder empezar a vislumbrar algo que nos atraiga tenemos que esperar sesenta minutos. Una hora entera para que la historia empiece a mostrarnos algo que nos haga interesarnos por lo que pasa en la trama. No quiero develar nada, pero no es hasta la segunda hora de la película que la cosa no se pone tensa.
Hay que reconocer que para disfrutar de una película así hay que hacer un esfuerzo muy grande para ponerte en el papel del espectador de la época en la que se concibió Vértigo, y yo lo hice, lo juro, pero aún así no obtuve la recompensa que esperaba. Pese a todo y como ya digo la segunda hora se vuelve muy interesante, pero es posible que para ese momento los espectadores menos pacientes ya la hayan quitado para poner Sálvame.
Aún así y pese a todo es innegable el talento de Hitchcock a la hora de trabajar, usando técnicas que hoy día dejan en bragas a muchos directores que ni con millones de dólares consiguen la mitad de lo que hacía este señor. Sin embargo creo que Vértigo es una victima del tiempo y que va perdiendo fuelle con cada día que pasa.
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NO.
Ya estoy preparando la respuesta a tan grave afrenta.
A veces parece que hay que pedir permiso para tener una opinión. Que a @alexliam no le guste «Vertigo» tanto como «Thor» significa precisamente eso, no quiere decir que por eso sea más tonto o que los demás seamos más listos por pensar lo contrario. Ahora estoy deseando ver qué dice @devuelta.
Gracias por compartirlo con nosotros, espero que nadie te tire de un campanario en venganza.