Ayer recibimos una grata sorpresa en el Nocturna Film Festival. No solo la presencia en la presentación de Cold Moon de Griff Furst, su director, sino también hemos disfrutado de uno de esos films que llegan sin avisar y sin hacer ruido y dejan un recuerdo imborrable. Una historia basada en una novela de su guionista Michael Mc Dowell, guionista de Bitelchus que nos lleva a un pequeño pueblo llamado Babylon en Florida, lugar pantanoso por el que se mueven animales muy peligrosos como caimanes y serpientes y otros ocultos en las sombras acechando en puentes y bosques.
La buena de Margaret, una adolescente de catorce años no ha vuelto a casa. Su abuela y hermano están muy preocupados por lo que le haya podido pasar y cuando se descubre el cadáver por parte de un inepto sheriff se confirman sus peores sospechas. La niña ha sido asesinada por alguien del pueblo. La investigación al principio no adelantará mucho pero más tarde señalará con su dedo al hijo de un banquero rico, dueño de grandes posesiones que desea quedarse con las tierras de los familiares de la muchacha. Un enfermo mental que se dedica con su hermano a atacar a inocentes con un traje de correas y cuero y una antigua espada de la guerra civil norteamericana.
La conciencia en forma de fantasma le atormentará hasta llegar a hacerle perder el poco juicio que le quedaba persiguiéndole allá por donde pasa. El peso de la culpa no le dejará vivir haciendo que sus actos cada vez sean más arriesgados y que le llevarán a un final que no espera ni desea. Los muertos no descansan en Babylon. Se levantarán de sus tumbas y caminarán entre nosotros. Con Cold Moon, el director Griff Furst ha querido traer hasta el 2016 los años ochenta con su estética, su música, los paisajes de Florida con sus mansiones sureñas y unos habitantes con problemas económicos muy serios y un fantasma en forma de mujer que parece ha salido del agua del río con deseos de venganza.
Un buen guion de serie que se ha llevado a la pantalla grande para hacernos sentir miedo y a veces cierta melancolía por un film de culto como es Bitelchus. El fantasma que ataca, esta vez no al jefe, sino al joven ricachón nos recuerda a ese malvado ser de ultratumba que aterrorizó a la buena de Winona Ryder así como la serpiente que amenaza desde el interior de la boca del monstruoso ser, una variante en pequeño de las que recorrían el desierto alrededor de la casa de los protagonistas del film de Tim Burton. Unos buenos momentos de terror que estarían mejor aprovechados con 3D y que conseguirían hacernos saltar de la butaca.
Cold moon mejora y sube el nivel de lo visto hasta ahora con su premiere mundial. Nosotros hemos sido los primeros afortunados en ver esta pequeña joya que dará de que hablar en el futuro. Además hemos vuelto a ver a Christopher Lloyd y eso ya es un premio. Doc ha vuelto, ahora no conduce un DeLorean sino que va en silla de ruedas persiguiendo a jovencitas cheerleaders pueblerinas. ¡Cómo han cambiado los 80!