Nou Set Dos es uno de esos documentales sobre algo tan mágico como concreto, y es que simplemente el hecho de que la escena electrónica en Girona fuera tan importante y grande en España sigue pareciendo un sueño para muchos de sus protagonistas. Un viaje por las comarcas a través de entrevistas a DJs, entendidos y demás personajes de la escena nocturna.
Para empezar, este documental de tan reducida duración se muestra desde un principio tal y como es: un proyecto pequeño hecho con mucho amor y cariño aunque se note que consta con un presupuesto limitado. La pasión por la música electrónica junto con lo surrealista que puede llegar a sonar la historia hacen de esta cinta una más que agradable experiencia. Una especie de ir a tomar unas cervezas con tus amigos rememorando pasadas aventuras, el brillo de sus ojos es diferente porque se trata de una época realmente feliz e irrepetible de sus vidas.
Los materiales archivísticos se entrelazan con alguna animación guiados por la narración de sus protagonistas. Una forma en absoluto innovadora pero entretenida que consigue su propósito: informar e ilustrar un acontecimiento tan increíble como importante para las vidas de sus narradores. Las anécdotas sobre las instalaciones y las estrellas son lo suficientemente abrumadoras para cautivar la atención del espectador, pero por si mismas no logran sostener el peso narrativo. De todas formas, la sensación general de la cinta es que la historia no busca más notoriedad de la que ya tiene, que tampoco es poca.
Nou Set Dos no es el mejor documental sobre la escena electrónica underground, no nos vamos a engañar, tampoco la escena española (con la excepción del caso de Ibiza) tuvo tanta acogida en comparación con países como Bélgica o Alemania. De todas formas, sentimos una cierta familiaridad y cercanía en la forma en que se presentan las historias y sus personajes. Sin duda nos encontramos ante un documento histórico que debería ser estudiado por la nuevas “generaciones electrónicas” que tan alegremente disfrutan de las noches Nitsa o el Sónar sin conocer a sus predecesores.