Para todos los que crecimos en los 80 el logotipo Cannon era eso que aparecía delante de las películas de Chuck Norris. Con el tiempo nos dimos cuenta que esa marca también aparecía en cintas como Masters del Universo, Cyborg (primera película de Jean Claude Van-Damme), las secuelas de El justiciero de la ciudad con Charles Bronson, una película de pulsos con Stallone e incluso en la última parte de Superman. Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films, documental que se ha estrenado esta semana en cines, nos acerca a la rocambolesca historia de los primos Menahem Golan y Yoram Globus.
Partiendo de su Israel natal, Golan y Globus (los nombres ya tienen miga) se instalaron en Hollywood con la intención de producir cuanto más películas mejor, sin importar demasiado la calidad, y plantar cara a los grandes estudios. El documental de Mark Hartley encadena anécdotas y declaraciones de mucha de la gente que trabajó con Golan y Globus, centrando su atención principalmente en los aspectos más delirantes de la productora, que tenía al primero como motor creativo y al segundo mirando por los dólares que entraban y salían.
Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films es todo un ejercicio de nostalgia que dispara directamente al corazón del espectador de una generación que vio estás películas alquilándolas en un videoclub (o en los cines los más aventurados y veteranos). Pero quedarse aquí sería injusto. El documental también sirve para que los más jóvenes del lugar entiendan que existió un cine independiente en los ochenta, antes de que los Weinstein, con Tarantino a la cabeza, crearan la marca cine indie. El arrojo, la valentía y, por supuesto, la inconsciencia de los dos primos queda patente en su forma de hacer películas, que no solo se centró en cine de acción de Serie B, sino que llegó a producir películas para los mismísimos Jean-Luc Godard, John Cassavetes y Franco Zeffirelli.
Tan divertido y delirante como la visión con nuestra actual perspectiva irónica de las películas producidas por Cannon, Electric Boogaloo: La loca historia de Cannon Films deja al espectador exhausto, incapaz de procesar tanta declaración imposible de creer. Todo con un envoltorio lleno de ritmo y, como no podía ser menos, con una tonelada de metraje de las películas mencionadas. Los más talluditos revivirán su niñez, los más jóvenes descubrirán que hubo vida antes de Asylum.
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