Con el tiempo podremos decir, cual abuelo Cebolleta, que nosotros estuvimos ahí. Podremos presumir de que fuimos testigos en primera fila de uno de los mayores eventos del cine mainstream de principios del siglo XXI. Quizás no seamos conscientes, al igual que los espectadores de La guerra de las galaxias no eran conscientes de estar viviendo la Historia, a la vez espectadores y protagonistas.
El nuevo capítulo del serial Marvel, Capitán América: El Soldado de Invierno, viene a hacer bien todo lo que hizo de manera más irregular Iron man 2 uno de los pocos tropezones de la serie: introducir una trama transversal acerca de S.H.I.E.L.D. dentro de la historia particular de un personaje, en este caso Steve Rogers. Y como viene siendo marca de la casa volvemos a tener lo de cada película un género diferente, en este caso un thriller político lleno de acción, especie de mezcla entre Homeland y 24. Y no debería extrañarnos que las fuentes sean dos series de televisión, ya que éstas son las que mejor han sabido captar y recuperar el cine político americano que se hizo en los 70 y del que los directores de Capitán América: El Soldado de Invierno dicen sentirse deudores.
Bastante curioso el tema de que en un tiempo en que una de las frases más sobadas sea la de en la tele se hace el mejor cine, estemos asistiendo a la construcción de un universo cinematográfico que precisamente responde a unas pautas seriales, como si esto fuese la serie de televisión más cara de la historia. Capitán América: El Soldado de Invierno, y toda la serie Marvel en general, no es más que el reflejo postmoderno del tiempo que vivimos: una película que es parte de una serie y que decimos que es cine porque se estrena en pantalla grande y dura 130 minutos, pero que perfectamente podrían ser tres capítulos de una hipotética serie de televisión llamada Marvel Universe.
Pero sin duda lo más admirable que hace Marvel con Capitán América: El Soldado de Invierno es manejar la información con enorme inteligencia desde el minuto uno del primer trailer que lanza. En el tiempo del spoiler y la sobreinformación es espectacular asistir a una película en la que casi no sabed cuál es la trama y sólo intuyas cuales van a ser los giros poco antes de que sucedan. En cierto modo, como pasaba con la sorpresa que encerraba Iron Man 3, Marvel ha sabido colarnos un trailer completamente desinformador y a la vez cargado de spoilers que sólo adquiere sentido una vez vista la película.
Capitán América: El Soldado de Invierno es el mejor blockbuster de lo que llevamos de año: una película inteligente, sumamente entretenida y sin un solo descanso para tomar aire, de esas que no te importaría ver una segunda vez cuanto antes para poder degustar todos sus matices y giros con la sonrisa del que ya sabe lo que va a pasar y sólo va a disfrutar. Y perdonadme si no continúo desglosando los temas que trata Capitán América: El Soldado de Invierno y cuales son los puntos que la hacen una gran película, sería entrar en pantanosos terrenos que os destrozarían la experiencia. Lo único que puedo añadir es que ya estáis tardando en ir a verla.
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