Blue Valentine, cine hecho desde lo más profundo del alma

No tenía ni idea de la existencia de esta película hasta que por cosas del destino se cruzó en mi camino. Simplemente por el nombre, Blue Valentine y el poster ya me apeteció verla aunque no había leído ni la sinopsis, y fue ayer mismo cuando por fin pude disfrutar de ella.

Blue Valentine nos habla del deterioro que sufre una pareja conforme pasan los años. Todo contado a base de flashbacks en el que podemos ir viendo diferentes estadios en la relación de Dean y Cindy desde que un día cruzaron las miradas en un pasillo.

La historia es realmente cautivadora, es de esas historias de amor tan bien desarrolladas, con tantos matices, que realmente consiguen que te metas dentro de la trama, como si realmente pudieras estar ahí viéndolo en primera persona, y no a través de una pantalla.

Las actuaciones son realmente sublimes. Digamos que los protagonistas absolutos son Dean y Cindy, interpretados respectivamente por Ryan Gosling y Michelle Williams. Como no conozco muchos detalles de esta producción desconozco si tuvieron que hacer casting para los papeles o por el contrario los diseñaron específicamente para estos actores, pero sea como sea ambos consiguen meterse a la perfección en el papel que le ha tocado. Hacen suyos los personajes y en ningún momento, de ninguna de las etapas que vemos en Blue Valentine, chirría.

Otro punto muy positivo, al menos para mi gusto, es que la película es cruda y directa. Cuando vemos cine indie es muy típico encontrarte con planos muy artísticos, narraciones efectistas y cosas que no aportan nada a la trama y en algunos casos es hasta pesado. Aquí no hay nada de eso, y es de agradecer.

Quizás por ponerle alguna pega a la película diría que tiene algún que otro problema de ambientación, ya que como la historia nos muestra diferentes etapas de la relación que corresponden a diferentes años chirría un poco ver modelos de coches idénticos en estas diferentes etapas. Pero vamos, no canta mucho, solo que a uno le gustan los coches y no puede evitar fijarse en estos detalles.

Pese a que la intención del director es intentar ser imparcial en la relación y no tomar partido creo que hay un claro favorito en esta historia, que no es otro que Dean, con el que uno no puede evitar sentirse identificado y empatizar con él hasta el punto de sufrir.

No hay mucho más que decir de Blue Valentine, simplemente y como apunte final comentar que con un presupuesto estimado de 1,000,000$ se puede hacer una película tremendamente superior a la mayoría de dramas y comedias románticas que se producen en Hollywood. Cuando lo que importa es la historia y no las estrellas que aparecen en ella se pueden hacer cosas realmente bellas.