Ayer empezó la 11ª Muestra SyFy de Cine Fanástico con el preestreno de 300: El origen de un imperio que llega hoy en estreno mundial a las salas españolas. Cine en serio es un medio acreditado de la muestra y estaremos cubriendo todo lo que ocurra en los cines Callao y comentando todo lo que sucede allí a través de nuestras redes sociales y el hashtag #muestraSyFy.
Volvamos un momento al pasado, volvamos a 2006, a la época pre-crisis y a la película que Zack Snyder dirigió entonces: 300, donde adaptaba plano por plano la novela gráfica de Frank Miller del mismo nombre y en la que se nos contaba la historia de la famosa batalla de las Termópilas (480 a.C.). Jerjes es el emperador de Persia y quiere someter y conquistar toda Grecia; y Leónidas, rey de Esparta, convencido por los atenienses, luchará mano a mano con sus 300 fieros guerreros para detener el ataque del rey-dios e impedir que destruya el ideal de democracia griego.
La película tuvo un éxito enorme tanto por la excelente adaptación de la obra de Miller, como por el peculiar estilo visual que tantos han copiado después y logró una recaudación de más de 450 millones de dólares (aquel año solo Piratas del Caribe: en el fin del mundo le pudo hacer sombra, pero es que el capitán Jack Sparrow, es un oponente difícil de batir).
Después de este éxito y con la manía que tiene Hollywood en la última década de aprovechar sus éxitos hasta el hastío la cosa no se iba a quedar así y Frank Miller se puso a trabajar en Xerxes, la novela gráfica que contaría cómo el emperador de Persia que se creía un dios había llegado a serlo. La idea original era que el cómic y la película se estrenaran el mismo día, pero el 7 de marzo de 2014 ha llegado y de momento solo tenemos el estreno mundial de 300: El origen de un imperio y Xerxes (que lleva desde 2011 en proceso y que se publicará en la editorial Dark Horse), aún tendrá que esperar.
Que aún no tengamos el cómic no significa que Frank Miller no haya estado detrás del proyecto, ya que él ha supervisado el guión de Snyder y Kurt Johnstad. En esta ocasión no ha sido Zack Snyder sino el casi desconocido Noam Munro quien ha dirigido la cinta, ya que Snyder andaba muy ocupado resucitando a Superman en El hombre de acero y tratando en vano que DC se pusiera a la altura de Marvel en la gran pantalla.
¿Y qué vamos a encontrarnos en 300: El origen de un imperio? Pues aunque en el título aparezca origen e imperio y nos la hayan vendido como precuela, realmente funciona como precuela, contrapunto y desenlace y quizá los productores deberían haber mantenido el título de 300: La batalla de Artemisio, ya que aunque sí que nos van a contar de dónde viene Jerjes y cómo se convierte en un rey-dios, sobre todo 300: El origen de un imperio película nos va a contar la batalla de Artemisio y Salamino, es decir, la batalla que sucedía paralelamente a la batalla de las Termópilas y que ya vimos en 300 y qué sucedió después.
El bueno en esta ocasión será Temístocles (Sullivan Stapleton), un robusto (cómo no) general ateniense y que cree en la idea de unificar toda Grecia y que deberá enfrentarse al ejército persa dirigido por la perversa Artemisia (interpretada por la estupenda Eva Green) para salvar las polis griegas. Las batallas en esta ocasión se darán en el mar y la estrategia y la inteligencia serán fundamentales para que la balanza se incline hacia el ejército griego o el ejército persa.
Si en 300 todo funcionaba casi a la perfección aquí todo se sucede en exceso, como si alguien hubiera recogido las opiniones de los adolescentes hormonados que alabaron 300 y hubieran decidido incluir un poco más de todo: más acción, más violencia, más palabras malsonantes, más sexo y más humor, llegando a ser en ocasiones hasta ridícula (sí, la escena de sexo entre Temístocles y Artemisia va a dar mucho de qué hablar).
Personalmente me gustaría saber la cantidad de muertos en pantalla, la cantidad exacta de gargantas rasgadas, de brazos amputados, de cabezas abiertas o de barcos hundidos. También me gustaría saber la distancia máxima desde la cual un hombre (ateniense o no) puede saltar a un barco sin romperse las piernas. Y por supuesto estoy deseando ver todos los fotomontajes, memes y parodias que inevitablemente van a provocar algunas escenas. Una pena que El informal haya muerto hace tanto tiempo, ya que esta película sería ideal para que Florentino Fernández y Miki Nadal hicieran de las suyas.
El apartado técnico es excelente (visualmente es impecable) y ocho años después volvemos a encontrarnos con ese estilo visual tan característico y unos efectos especiales que aunque ya no nos sorprenden como la primera vez nos siguen cautivando. Y el 3D, aunque no es para nada necesario, se utiliza correctamente y podremos ver en multitud de ocasiones sangre salpicando la cámara, flechas volando y espadas surcando el aire que nos harán entrar en profundidad en las batallas. Y por si alguien tenía dudas todos los actores parece que han vuelto a seguir los ejercicios del P90X para estar en forma y mostrar unos buenos pectorales que no tengan que ser retocados por ordenador.
300: El origen de un imperio no deja de mirar todo el rato a su predecesora (y casi es imposible comprender la película si uno no la ha visto o la tiene reciente) y eso lastra la cinta y en ocasiones parece que estemos viendo un mero montaje extendido (y que nadie se sorprenda si en un futuro deciden hacer un montaje único).
300: el origen de un imperio aunque excesiva, entretiene, y agradará al público adolescente y aquel que se quedó con ganas de ver más, pero como película flojea y todo es por culpa del guión y del montaje. Quizá si Frank Miller hubiera tenido tiempo de terminar Xerxes y si Zack Snyder la hubiera podido dirigir el resultado hubiera sido de mayor calidad. Por desgracia nunca lo sabremos.
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