SPY GAME: Tony Scott mezcla dos películas en una sola. La primera, una de espías que hablan mucho en despachos con Robert Redford dándolo todo. La segunda, una de espías que hablan poco y hay mucha acción con Brad Pitt cumpliendo (sin sobresalir) en plena fase ascendente de su carrera. Seguramente podría haber salido mejor, pero siguen siendo dos entretenidas horas de metraje con acción, giros de guión y buenos que son muy buenos frente a malos que son muy malos. Y burócratas.
Treinta películas para un septiembre de espías
- 01/09/2017
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