El sueño americano no existe, es simplemente una fábula, un cuento de hadas, bajo el cual se ocultan los infinitos problemas del país más importante del mundo. Problemas que acostumbran a estar siempre en un segundo plano y que el propio país intenta ignorar y ocultar de la realidad. No es casualidad pues que The other side, un documental que se esfuerza en buscar y excavar en la parte oscura, en retratar la otra cara de la moneda del país, esté dirigida por un director de origen italiano.
Una mirada externa a la que no le tiemble la mano a causa del sentimiento patriótico es necesaria a la hora de mostrar la cruda y cruel América profunda. The other side es una película construida en forma de díptico que retrata las facetas más oscuras del estado de Lousiana. Y la defino como película y no documental porque la obra está filmada de una forma tan cinematográficamente cuidada, en cuanto a la disposición de los actores, encuadres de plano y la estupenda fotografía, que pese a representar la pura realidad la obra está más cerca de la estética cinematográfica que la de documental. De hecho, si el espectador acude virgen a la película tendrá sus dudas de si lo que está viendo es ficción o se trata de la realidad.
La primera parte de The other side nos relata la historia de un drogadicto que vive en una caravana junto a su pareja y cuyo mayor miedo es la muerte de su madre. Esta trama está salpicada por numerosos personajes secundarios, todos de clase social baja y rodeados por el mundo del crimen y la droga. Hacia el final de la película perdemos de vista esta trama y nos adentramos en la vida de un grupo de exmilitares que siguen formando grupos de entrenamiento; para ellos la guerra no ha acabado y el peligro es inminente. The other side a parte de ser una grandísima película/documental es un documento crítico y social que todo el mundo debería ver, especialmente los estadounidenses para que se conciencien de que su país está muy lejos de ser el mejor del mundo.