Seguro que más de una vez has pensado que tu piso (o tu habitación, o tu mansión de cincuenta cuartos de baño, que nunca sabe quién nos puede leer) merece…
Año 1948, anunciar una película con Judy Garland y Gene Kelly debía generar una expectación incluso mayor que ahora cuando algún director barbudo nos cuela una película de gente bajita…