El cine español contemporáneo parece interesado en bucear en los subgéneros más populares de la piel de toro durante las décadas de los sesenta, setenta y primeros ochenta del pasado siglo XX. En aquella época proliferaron en las salas de exhibición los espagueti westerns, el fantaterror, la españolada, el destape y el cine quinqui. Filmes de los últimos años han intentado revalorizar ese tipo de cintas, denostadas por la crítica de su época y valoradas como clásicos de culto por generaciones posteriores. Entre ellos encontramos títulos como ¡Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror, Quinqui stars, Yo quise hacer Los bingueros 2 o Contra el tiempo. Sesión salvaje, el documental dirigido por Paco Limón y Julio César Sánchez, se encuadra dentro de esta corriente.
Quizá la principal novedad sea que el documental no se centra en un solo subgénero, sino que aborda la mayoría de ellos. La principal razón para hacerlo parece ser que parte de sus directores y actores pasaron de un tipo de largometraje a otro sin demasiados problemas ni prejuicios.
Ambos cineastas demuestran pasión contagiosa por aquellos largometrajes, directores y actores que abordaron producciones destinadas a un gran público que buscaba esencialmente un pasatiempo. Lo hacen con un trabajo repleto de humor, con un montaje ágil y entrevistando a alguno de los nombres esenciales, como Jordi Grau, Eugenio Martín, Mariano Ozores, Esperanza Roy o Fernando Esteso, entre muchos otros.
Sin ninguna duda, el largometraje puede ser una buena entrada a ese cine de serie B tan minusvalorado en su tiempo, pero que ahora cuenta con seguidores tan ilustres como Miguel Ángel Vivas, Álex de la Iglesia o Nacho Vigalondo, todos ellos dispuestos a hablar en la cinta de Limón y Sánchez sobre las bondades de unas obras que formaron parte de los estantes de los desaparecidos videoclubs y las también extintas salas de sesión doble.
Sin embargo, a pesar de encontrarnos ante una película simpática y entretenidísima, Sesión salvaje está lejos de ser redonda. Su deseo de abarcar gran parte de los géneros impide que profundice mínimamente en ellos, mientras que la inclusión de algunos nombres, como Iván Zulueta o Bigas Luna, parece demasiado forzada.
8 comments
Pues me lo apunto mucho. Soy un amante del cine Quinqui. Ea! Ya lo he dicho…
Me se de memoria prácticamente todos los diálogos de muchas de ellas. Son mi placer culpable. Pero que disfrutables me parecen…
Pues no te lo pierdas, que yo tuve el gustazo de verlo en el último festival de Sitges y me pareció una gozada BÁRBARA.
¿Podrías recomendarme algo? Creo que soy virgen respecto al cine Quinqui.
Para empezar, los clásicos son «Perros callejeros» de José Antonio de la Loma y su segunda parte; «El pico» y su segunda parte, «Navajeros», y «La estanquera de Vallecas» de Eloy De la Iglesia, «Deprisa, deprisa» de Carlos Saura, e incluso podríamos meter en el saco «Qué he hecho yo para merecer esto» de Almodóvar. https://es.wikipedia.org/wiki/Cine_quinqui
Por supuesto. Antes de comenzar en el mundo Quinqui uno ha de saber una cosa:
•El cine Quinqui es cutre. Como su propio nombre indica es Quinqui. En él te encontrarás a actores que no son actores. Que fueron seleccionados porque en realidad eran así en la vida real y que mejor que interpretar un papel de vándalo adolescente que un vándalo adolescente de carne y hueso. En cuanto abran la boca seguramente digas: que coño es ésto?!? Pero si puedes seguir adelante y te interesa lo que en ellas se cuenta…te sumergirás en un mundo tan crudo y real como la vida misma. Un mundo que forma parte de la historia de éste país.
Aclarado ésto, te recomendaré mi top Five:
•Perros Callejeros: la película que introdujo el género. En ella se narran las aventuras de El Torete. Delincuente juvenil del barrio de la Mina (Barcelona) es una adaptación libre de la historia real de El Vaquilla, interpretada por uno de los mejores amigos de éste: Ángel Fernández Franco, alias El Trompeta, que después de ésta cinta será recordado por siempre como El Torete. Pero como El Vaquilla estaba cumpliendo condena, no pudo interpretarla él mismo.
•Navajeros: No sabría elegir si mi favorita es Perros Callejeros o ésta. Aquí se cuentan las andaduras de El Jaro. Un delincuente real de Madrid, a quien interpreta uno de mis actores favoritos del género Quinqui: José Luis Manzano y haciendo su debut uno de los seres más grandes que ha dado dicho cine: José Luis Fernández “Pirri”. La película cuenta con los mejores ingredientes del género: tirones, niños delincuentes que no tienen nada que perder, rumba de fondo, alguna que otra escena cruda…un clásico.
• El Pico 1 y 2: Desconozco de qué año eres, pero si creciste en los 80, sabrás de sobra como la Heroina destrozo parte de una generación en España. En ambas entregas de El Pico (las cuales viento como una sola película) Eloy De la Iglesia “sujeta” al espectador por la nuca y le muestra de primera mano la decadencia de la juventud a través de una jeringuilla y una cuchara. Quizá de todas las películas, El pico sea la más cruda y dura por el tema que cuenta y como lo hace. Si Trainspoting dejó al espectador más sensible con el estómago revuelto, El Pico lo hizo casi 20 años antes.
•Yo el Vaquilla: una vez que el género daba sus últimos coletazos, su fundador, José Antonio de la Loma, quiso rematar su andadura en dicho género con la película que quiso realizar en un primer momento: la aventuras de El Vaquilla. Y aunque el propio José Luis Moreno Cuenca se hallaba en prision, pudo apañárselas para rodar sus escenas, contando su vida a través de flashbacks que Interpretó otro “actor” Y que tenía un cercano parecido físico con él. La película me parece muy superior dado que el género estaba más quemado que un bosque en agosto.
• Deprisa Deprisa: dejó ésta película para el final. No es mi favorita, pero en absoluto es mala película. Buenos personajes pero no aporta nada nuevo. Lo mejor, ese final agridulce mientras suena de fondo “Me quedo contigo”.
Espero haberte ayudado y si algún día ves una, coméntamelo ?