Regreso a casa, el fracaso de Ulises

Zhang Yimou ha conseguido forjar a lo largo de los años una de las filmografías más sólidas y consistentes de China. Yimou es un director polifacético que pese a ser siempre recordado por sus magníficas obras enmarcadas dentro del género Wuxia como Hero, La casa de las dagas voladoras o La maldición de la flor dorada, empezó su carrera cinematográfica trabajando el melodrama. De hecho es este género el que más ha desarrollado en sus películas y el que probablemente mejores resultados cinematográficos le ha ofrecido. La trilogía formada por sus obras iniciales Sorgo Rojo, Ju Dou: Semilla de crisantemo y La linterna roja es probablemente una de las contribuciones cinematográficas más significativas a nivel fotográfico y narrativo que nos ha llegado del gigante país asiático. Nadie en el mundo del cine ha sabido trabajar de una forma tan sensible el color rojo, ni lo ha sabido relacionar tan bien con los sentimientos que nacen del melodrama como Zhang Yimou en esta trilogía. Ahora vuelve con Regreso a casa.

Dos años después de su estreno en China, llega a España el último trabajo de Yimou. En esta ocasión vuelve a trabajar el melodrama desde una perspectiva histórica. Regreso a casa narra la historia de Wanyu, una madre que ha criado en solitario a su hija ya que su marido Lu Yanshi fue detenido en plena revolución cultural. Cuando este sale por fin de prisión se encuentra con que su mujer es incapaz de reconocerle debido a un problema con su memoria. Wanyu sigue esperando el regreso de su marido pero se niega a aceptar que Lu Yanshi es su esposo, al que ve como un completo desconocido. Bajo esta paradoja desesperante Yanshi intenta hacer todo lo que está en sus manos para recuperar a su mujer a la vez que intenta conocer a su hija y recuperar el tiempo perdido.

Uno de los grandes puntos a favor de Regreso a casa es el reencuentro entre Yimou y su actriz fetiche Gong Li. Ambos no trabajaban juntos desde 2006 en La maldición de la flor dorada. Gong Li se ha convertido en una de las mejores actrices chinas de la historia gracias a sus trabajos con Wong Kar-Wai, Chen Kaige y sobre todo Yimou con el que ha trabajado en un total de nueve ocasiones. No es de extrañar pues la fluidez y la comodidad con la que actúa en Regreso a casa, acercándonos a la complicada paradoja mental de la mujer desesperada que interpreta.

Pese a partir de una idea original con consistencia la trama de Regreso a casa avanza de forma lenta y tediosa en algunas ocasiones. La ausencia de personajes o tramas secundarias que complementen la trama principal hace que el espectador se encasquille en la relación de la pareja protagonista que avanza torpemente y sin rumbo. Aun así la interpretación y química de los actores principales hacen de esta historia fascinante algo incómodamente creíble. El temple que caracteriza a Lu Yanshi no es suficiente como para calmar la desesperación que siente el espectador al verle ante una situación así. Cabe mencionar que la película goza de una íntima y hermosa fotografía aunque sigue estando a años luz de los brillantes primeros trabajos visuales del director chino.

Yimou regresa a la gran pantalla dando la sensación de haber agotado el melodrama. No es extraño que sus próximo trabajo La gran muralla, suprerproducción protagonizada por Matt Damon, orbite en el terreno del wuxia que tan buenos resultados (sobre todo económicos) le ha dado en su carrera.