Jodie Foster ha dejado a un lado la interpretación y prefiere ponerse al otro lado de las cámaras como directora. Parece que le ha cogido gusto a eso del suspense y la trama policiaca. Para no pinchar en hueso ha decidido contar con dos pesos pesados de la cinematografía norteamericana, la novia de América y medio desaparecida Julia Roberts y el siempre triunfador de taquilla George Clooney. En Money Monster los dos son compañeros y comparten pasión por la televisión: uno enfrentándose cara a cara con las cámaras y otra a los mandos de la dirección de un programa sobre economía con toques de humor que trata de aconsejar e ilustrar al ciudadano de a pie indicándole cuales son las mejores empresas para invertir su dinero. Una de ellas, en clara subida, ha sufrido un tropezón ocasionando pérdidas millonarias a todo tipo de inversores entre ellos un pobre hombre que sintiéndose robado decide, sin consultar a nadie, personarse en el estudio donde se graba en directo y amenazar a los presentes con hacer estallar un chaleco bomba si nadie le explica como 700 millones de dólares han desaparecido a causa de un supuesto error informático que tiene nombre y apellidos, IBIS y Walt Camby.
Durante una hora y media el presentador Lee Gates tratará de lidiar con esta amenaza en prime time llegando a cuestionarse su trabajo y participando en una caza de brujas que tiene a Dominic West como víctima principal. Durante todo el metraje con marcado acento a thriller policiaco sobrevuela siempre la sospecha de que los ladrones van a la oficina, lo que nunca se desvela totalmente es el grado de implicación de cada uno de los peones siendo eso si el rey comido por una reina a la que veía siempre con una venda en los ojos.
La tensión sobrevuela el plató, el tiempo pasa y el peligro cada vez es mayor. Esto es Money Monster, una especie de Cien años de perdón y El desconocido pero a la americana con bombas, robos, ladrones y negocios secretos de empresa descubiertos con muy mala leche. No cabe duda que este film puede herir sensibilidades ya que toca el tema de la corrupción en este caso empresarial y privada que tanto daño ha hecho en la vida real a este país estafando a muchas personas y dejando sin su dinero a quien más lo necesita.
Personajes tan típicos como el negociador, los francotiradores, el cámara a pie improvisado que trata de sacar la exclusiva o el buen samaritano que deja el egoísmo a un lado y trata de desvelar la verdad investigando sobre la marcha se confunden entre la multitud curiosa que se congrega alrededor de los dos hombres que recorren el camino del calvario que llevará a uno de ellos a una muerte cierta. No hace falta llevar una cruz a cuestas para sufrir el martirio. La propia vergüenza hará más cercano el arrepentimiento. George Clooney merece recibir un castigo por su mala acción, su captor también ¿cuál de ellos se llevará la peor parte?
Cannes fue testigo de la presentación en sociedad de Money Monster. Muchos esperaban más, se llevaron una pequeña decepción porque es demasiado clásica, demasiado largo de los años 90 y eso en los tiempos que corren no es sinónimo de éxito, más bien es una carga demasiado difícil de soportar. Yo no me sorprendí, en el tráiler casi desvelan todo el argumento con un guion que peca de todo menos de sorpresa ¡Ding, Dong! Isabel Gemio vuelve a la lámpara.
Ver esta Money Monster es una entretenida manera de pasar una tarde de domingo olvidándonos de los calores que en este julio campan a sus anchas allá por donde vamos. Pero nada más ¡El conejo esta vez no ha salido de la chistera!
Pablo Parrilla
Carlos Murcia