Hace unos cuantos años Pedro Almodóvar en España rodó Todo sobre mi madre, un film dramático que resaltaba la importancia de las madres en las vidas de sus hijos y también una película que hizo que se nos escapara alguna que otra lagrimilla viéndola. Este año el director Nanni Moretti desde Italia recupera el tema de la madre como alguien vital en nuestras vidas presentándola enferma en la cama de un hospital. Construye una historia plagada de ensoñaciones, maravillosas alucinaciones y escenas que reflejan los miedos, terrores e inquietudes de la protagonista, una hija dominada por la soledad y absorbida por el trabajo. El famoso director transalpino ha decidido completar su santísima trinidad tras los éxitos de Querido diario y La habitación del hijo con esta Mia madre tan personal.
Aquí se muestra el cine dentro del cine, esto quiere decir que conoceremos la manera de rodar de un director moderno incluyendo todas sus más secretas técnicas y sus avances y tropezones en el desarrollo de la producción. En Mia madre se mezclan dos géneros muy distintos como son la comedia y el melodrama. El primero de ellos está reflejado sobre todo en las acertadas e ingeniosas intervenciones de John Turturro, un actor norteamericano algo histriónico y alocado que se cree mejor de lo que verdaderamente es. Es impresionante la escena en el coche con las cámaras y micros grabando a su alrededor, el baile ridículo en la celebración de su cumpleaños y los continuos fallos y errores cuando recita las pocas frases que tiene en el rodaje de la película en la que actúa como secundario, una historia social muy de nuestros tiempos con lucha entre obreros y patrones.
El melodrama es el segundo género identificable saliendo a la luz cuando nos presentan la relación familiar entre hijos, madre y nieta participando el propio Moretti como actor principal con un The End lacrimógeno que ayuda a que nos olvidemos del primer género y nos quedemos con los detalles del segundo bastante más impactantes.
La fuerza de las metáforas visuales que nos propone sirve para transmitir la importancia que la presencia de la madre tiene en la sociedad occidental y más concretamente en la italiana donde la mamma se venera no solo por ser un pilar fundamental en la familia sino también por ser una fuente de saber y conocimiento y un espejo en el que mirarnos. Su hija acude a ella para recibir consejos y buscando respuestas, su hijo sacrifica su trabajo para cuidar de ella en sus últimos días y seguir aprendiendo y antiguos ex alumnos le visitan para conversar y dejar que les enseñe nuevas y valiosas lecciones de vida.
Si después de ver Mia madre en nuestra retina y memoria solo quedan las escenas cómicas del rodaje es que no hemos sabido leer los mensajes, si somos capaces de descubrir y apreciar el lenguaje oculto que Moretti ha mostrado velado entonces es que hemos captado su esencia. Es la prueba que debemos pasar. Hemos elegido la puerta correcta entre A y B. ¡La scelta è vostra!
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