Disney se ha empeñado en matarnos de aburrimiento, y en esta maléfica cruzada ha contratado a Angelina Jolie como productora y alma mater de una película que se paseará por la historia como un biopic no oficial de la vida y obra de la actriz.
Tal vez todo empezó con Encantada pero el error de trasladar una historia, ya de por sí excelente, al mundo de la ‘imagen real’, cuanto menos cuestionable con tanta pantalla azul, se está convirtiendo en un fallo recurrente en el estudio que posee todos los derechos intelectuales de nuestros sueños más bonitos.
Y hasta aquí mi sentimiento de odio absoluto contra esta película, que se empeña en ser un Crónicas de Narnia pero en plan teenager y absurdo, por lo que paso a trasladar la extraña teoría que quiero difundir al mundo. Ni que decir tiene que a partir de aquí reviento el ineficaz e inexistente argumento de Maléfica.
Esta película es simplemente la primera película testamento que podemos ver en una sala comercial. Algo así como el legado de Angelina para sus hijos, contando la historia de su vida, pero trasladada a un cuento de hadas.
Maléfica/Angelina en un principio era buena, protegía a los suyos y se paseaba por ahí siendo jovial y adoradora de la vida, pero luego conoció al hombre (en la vida real, a Billy Bob Thorton) convirtiéndose en una persona un poco locula y amante de la muerte y del mal. Pero, oh amigos, tras conocer a una jovencita rubia y buena persona (en la vida real, a Brad Pitt, y no, mi teoría sigue adelante) decide hacerse cargo de los más necesitados erigiéndose de nuevo como el Mesías de Unicef en la tierra de fantasía en la que tiene lugar nuestra historia.
En definitiva, Disney, para ya de hacer esas cosas.
Pablo Parrilla
Carlos Campoy
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