¡Qué duro es ser madre en los tiempos que nos ha tocado vivir! Que se lo digan a Mila Kunis quien estrena maternidad y película al mismo tiempo. La gente ve como una mujer casada y con hijos trabaja y además ejerce de ama de casa sin apenas tener tiempo y espacio para ella. Lo admira pero no lo reconoce como debería. Conciliar vida laboral y familiar es una pesada carga que dinamita la paciencia de cualquiera con unos días a los que les faltan horas. Amy Mitchell es la prueba y el ejemplo más claro de todo esto pero no da ya para más. Su paciencia tiene un límite y está a punto de agotarse. Además, ser un imán para los pequeños accidentes y las desgracias no ayuda sino todo lo contrario, minando su moral hasta el mínimo. Ante este panorama decide aliarse con otras dos madres jóvenes y desesperadas como ella para convertirse durante un tiempo en todo lo contrario a lo que el mundo espera de ellas. En Malas madres se convertirán en tres mujeres fuera de sí que egoístamente piensan solo en sí mismas y que se divertirán solas o en grupo transgrediendo todo lo que antes era sagrado e intocable. Un modelo que la asociación de madres del colegio detesta y no quiere ver ni en pintura ¡La guerra de risas está servida! Las malas madres aunque siguen adorando a sus hijos necesitan quererse más a sí mismas y ocuparse de sus necesidades. Un desmadre a la americana en un supermercado o una fiesta con relaciones lésbicas y abuso de música o alcohol sirve como acertada válvula de escape.
Los dos guionistas de Resacón en las Vegas, dirigen esta comedia gamberra y propagandística que sirve como altavoz de un problema cierto y real como la vida misma. Reivindica el importantísimo papel que la madre moderna desempeña en la sociedad y ensalza el sacrificio que diariamente tiene que realizar en pos de una vida perfecta para sus hijos convirtiéndose en sus héroes cada día que pasa. A través de unos gags más o menos currados se nos deja caer esta cuestión.
Últimamente también ayuda a la comedia y está muy de moda servirse de unos cuantos adultos a los que vemos comportarse como niños. Ahora no son dos hermanastros inmaduros ni dos hermanas que se creen con derecho a usar la casa de sus padres como coto privado de una fiesta destroy. Las tres mosqueteras hacen honor a la frase que hizo popular Alejandro Dumas y unidas podrán con todo lo que se les ponga por delante. Una sola mente y una sola idea y plan. Muy Deadpool la manera que tienen de meterse con el sujetador de Amy, un híbrido entre las bragas ortopédicas de Bridget Jones y cualquier prenda íntima espanta hombres.
El público femenino será el gran consumidor de Malas madres, un film que aparta de un manotazo a los hombres y los coloca en una posición secundaria y meramente anecdótica y esto sorprende ya que los directores son masculinos. Hace ya mucho tiempo que las mujeres son una potencia como espectadoras del buen o mal cine y cada vez son más los filmes que buscan atraerles a la salas ¡Este mismo año las vimos disfrutando de la soltería o en fiestas y reuniones varias! Ahora la situación ha cambiado pero las ganas de divertirse y salir son las mismas. La idea es que no solo se quede de Rodríguez el hombre. Esta vez el marido se queda en casa cuidando de los hijos mientras la esposa se va de farra ¡Faltaría más!