Nunca nadie pensó que se podría celebrar tanto la finalización de una edición del Festival de Sitges. Ya fue todo un milagro que el festival se pudiese tirar hacia delante teniendo en cuenta las condiciones sanitarias derivadas de la crisis del Covid-19. Pero a esto se ha sumado que a mitad del festival aparecieron nuevas restricciones en Catalunya que amenazaron con el cierre forzado de la edición. Pese a contar con una selección online habría sido un verdadero varapalo para público, acreditado, invitados y organización que el festival no pudiese concluir.
Pero si algo han demostrado los responsables del festival es que han luchado contra viento y marea para que pudiese celebrarse con todas las garantías sanitarias y finalmente, respetando las nuevas medidas, han podido poner final a la una edición muy complicada. Complicada por la reducción de películas, invitados, aforo y recaudación económica a la que se ha sometido. Pero debemos admirarlo y usarlo como ejemplo a seguir en futuros eventos culturales para que estos puedan realizar de forma segura. La cultura es segura y ya es una realidad. Tanto que hasta el festival ha conseguido que nos olvidemos de la crisis sanitaria y nos centrásemos en la oferta amplia de películas maravillosas que una vez más nos ha ofrecido. A continuación una selección personal de lo mejor del festival:
Possessor: Flamante ganadora. Cuarenta y cinco años después de que David Cronenberg se alzará como ganador en el festival de Sitges con Shivers, su hijo gana el premio a mejor película y mejor dirección. Una propuesta deudora del estilo de su padre pero con sello propio. Justa ganadora.
Un efecto óptico: La gran rareza del festival. El bucle temporal de Cavestany dejó a todo el público del festival tocado. Un diamante en bruto a reivindicar.
Mandibules: Quentin Dupieux se ha ganado tanto el cariño del festival que “Toro” (el lema de los protagonistas de Mandibules) se ha convertido en el grito de guerra del público antes de las proyecciones.
Saint Maud: Seguramente la película de la que más se hablará en un futuro. No solamente porque lleva el sello de A24 sino porque es una inspirada y original propuesta de terror pasado por el filtro de la religión.
Psycho Goreman: La película más festiva del certamen. Sangre, risas, violencia y acción asegurada.
May the Devil Take You Too: Claro ejemplo de que el cine de género tailandés es un referente de calidad, originalidad y creatividad. Sin duda la mejor película de terror clásico del festival.
La nube: Una perfecta hibridación de drama familiar y horror. Además cuenta con la mejor interpretación femenina del certamen.
Este cuerpo me sienta de muerte: La mejor guinda final a un festival muy complicado y que se merecía la fiesta que Este cuerpo me sienta de muerte nos propone.
Historia de lo oculto: La joya escondida del certamen. Ha sido un verdadero placer poder haberla descubierto y esperemos que acabe llegando a todo el público.
Host: Clara demostración que ni la cuarentena ni la pandemias son capaces de frenar el talento de las personas. Además es perfecta para ver en casa.
2 comments