La ola verde, urgente reacción

Agosto, 2018: el primer programa de Todes se publica en el canal de YouTube de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina) como parte de un proyecto universitario. Ignoro a día de hoy si todos los que vieron ese primer programa (928.907 visualizaciones a fecha de 03/03/2020) tuvieron la benevolencia suficiente para aceptar que era una práctica dentro la carrera de comunicación audiovisual, pero sí poseo la triste certeza de que el resultado de esta viralización fue una campaña de acoso y ridiculización. Aquí tener razón es lo de menos, el caso es combatir al enemigo en todos los frentes aún dejando cadáveres inocentes en el camino. Que tanta gente se tomara a pecho la «transgresión» de este programa no es ajeno al contexto: en 2018, en pleno auge del movimiento #MeToo y otros tantos de índole similar, el Congreso aprueba el proyecto de ley sobre el aborto legal que será tumbado meses más tarde en el Senado. La sociedad argentina entra en cólera y protesta. La llamada «Revolución de las hijas» saca a las calles a multitud de jóvenes y estudiantes a los que se suman gente de todas las edades y condiciones en una auténtica «marea verde». Frente a ellos, bajo el signo de Dios y la bandera argentina, los pro-vida. Nuestros tiempos sufren el síndrome de la inmediatez – piensa poco, opina rápido y deja un bonito tweet -. Un comentario genera una respuesta que a su vez genera otra respuesta, y como si nada la bola crece. Un día puede tratarse de un programa estudiantil, otro día puede tratarse de una muerte. La ola verde no es un retrato de un aquí y un ahora, aquí el cine no es imparcial. Juan Solanas aborda una realidad urgente, una reacción a un problema mayor asentada sobre una base tan firme como la convicción de quien escribe y de quien protagoniza.

La ola verde de Juan Solanas

El caso de Todes, aunque siniestro, es apenas una anécdota. Durante el rodaje de La ola verde, mientras las calles se bañaban en verde y azul, Liliana fallece tras abortar clandestinamente. Tenía 22 años, dos hijos y una casa que bien podría ser un pequeño trastero en mitad de la nada. Dos años antes, la voz del pueblo reclama la liberación de Belén, la joven tucumana detenida tras haber sufrido un aborto espontáneo. Juan Solanas recoge este y otros casos que ponen de relieve un asunto urgente e ignorado más allá de sus fronteras, una realidad que transciende el debate moral para mostrar la precariedad de gran parte de la población argentina. La realidad no es como la cuenta Invisible, no todos los casos afectan a errores de la adolescencia sino también a violaciones, madres con cáncer que no reciben tratamiento, desprecios y miedo en los hospitales. Miedo a las consecuencias: tenerlo y asumir responsabilidades imposibles de afrontar o jugarte la libertad o la vida en una clínica clandestina. La ola verde destaca la hipocresía, la doble moral de la problemática apelando a la realidad y a la emoción a partes iguales, rayando el sensacionalismo pero siempre con veracidad, datos y opiniones contrastadas.

La ola verde

Existe todavía la falsa premisa de que el documental ha de ser neutro, «objetivo» dirían algunos. No tardó en surgir el comentario, no esperó a que saliera del cine para decir que este documental no refleja la realidad de los pro-vida. Una visión sesgada, subjetiva. Qué desfachatez. Juan Solanas escoge bando y esperan aún así que les sorprenda. La ola verde viene para poner nerviosos una vez más a aquellos que dicen aborrecer la política. Sin llegar al panfleto, la firmeza del discurso político que se plantea rompe la falsa premisa sin por ello dejar de ser y convincente. Y es que lo que para algunos pueda parecer un enfoque parcial, para mi resulta apenas un disparo en esta guerra de acciones y reacciones, una que ignora en su argumentación la escalada de violencia provocada por la rabia y la impotencia, pero que destaca los férreos motivos de la revolución más urgente que necesita Argentina en estos momentos.

La ola verde (Juan Solanas, 2019) ⭐️⭐️⭐️

[imdb]tt10208192[/imdb]

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