Algunos escritores son unos bichos raros como Carlos, novelista de éxito interpretado por Francisco Conde. Después de un trágico suceso en donde perdió la vida su mujer se ha encerrado en su casa y se resiste a salir de ella. Es entonces cuando la editorial para la que él trabaja le envía a una ayudante para que pueda seguir escribiendo ya que un típico bloqueo de escritor atrasa su última obra. Caterina se convierte en el vínculo más importante que tiene con el exterior y en su única compañía. No puede dejarla escapar y por ello decide retenerla en contra de su voluntad convirtiendo la vida de esta futura escritora en un infierno y la casa en una madriguera donde Carlos vive y esconde a la víctima de sus delirios. La madriguera del director Kurro González se centra en el juego del gato y el ratón con dos personas que no pueden salir de allí, una secuestrada y la otra enferma, atrapadas entre cuatro paredes agujereadas como la enferma mente del novelista. Se le ha comparado con Misery de Stephen King pero cambiando los papeles. Ahora no es el escritor el que sufre las torturas físicas y psicológicas por parte de una fan sino al revés ¿Pura coincidencia o hecho a propósito? Las palabras de sus guionistas, director y actor protagonista, no dejan lugar a dudas, al asegurar que esa no fue la intención.
Vamos a encontrarnos topicazos del cine de suspense y policiaco a cada paso como persecuciones y peleas o bailes agarrados con o sin armas de por medio, policías curiosos que realizan visitas inesperadas e intensos interrogatorios, testigos accidentales de corta estatura oyendo mensajes en Morse y algunas escenas de cama poco eróticas en donde se usan pañuelos como mordazas o donde bellas damas durmientes han sido previamente drogadas.
Todo está cuidado al máximo como la casa en la que se enfrentan raptor y rehén, seleccionada tras muchos estudios, el casting de secundarios que dan vidilla al asunto con sus comentarios y diálogos en ocasiones improvisados o el final que rompe con la tradición. No habrá ningún castigo para ellos por sus actos, en ocasiones desesperados sino un premio como una larga temporada en un centro psiquiátrico para curar la enfermedad de Carlos o el éxito de ventas de un cuento de Caterina basado en la experiencia traumática que pasó en ese lugar que para ella fue una prisión.
El espacio diáfano elegido en La madriguera permite que veamos cualquier rincón de la casa y el que no tenemos a la vista se nos ofrece gracias al reflejo en espejos, jugando el director con ángulos bastante arriesgados. Es en este marco donde la pareja se mueve como pez en el agua interactuando con algunos objetos que pueden ser importantes para la liberación de Caterina como ordenadores con impresoras salvadoras, teléfonos que pierden la línea o libros al que le faltan hojas muy curiosas.
32 Historias Producciones ha elegido Almería como escenario natural de unos films de bajo presupuesto con nuevos creadores y talentos de la tierra que van a intentar dar un nuevo impulso a esta ciudad. Muy lejos han quedado Clint Eastwood y los spaguetti western. La madriguera, inspirada en una noticia madrileña conocida por el director, ha tenido su premiere mundial en el Festival Internacional de Cine de Austin (Texas) en octubre. Un primer paso para ser conocida y degustada en el extranjero.