Conforme estaba viendo Destino Oculto me daba la impresión de que la historia que me estaban contando tenía un tufillo a Philip K. Dick que no se podía aguantar, no en plan mal ni mucho menos, pero parecía que habían copiado su estilo. Estaba bastante cerca de acertar, ya que al terminar la película y empezar los créditos pude comprobar que la película estaba basada en un cuento corto del escritor, concretamente Adjustment Team.
La película, como digo en el título, se podría enmarcar dentro del género de la ciencia ficción, pero de una forma muy ligera. Destino Oculto es una historia ligera, con un trasfondo de ciencia ficción, pero ubicada en la realidad y en la actualidad. Si no os gusta el género no tengáis miedo porque es más parecido a un drama romántico que a Blade Runner.
La trama de Destino Oculto es realmente interesante y desde el primer momento nos plantea una serie de incógnitas muy interesantes. Incógnitas que prefiero no relatar aquí para no reventaros la trama y la sorpresa de la película. Sin embargo creo que falla completamente desde el momento en que se empiezan a responder estas incógnitas. Desconozco si esto es un problema de la obra original, el cuento corto de Dick, o es de la película, pero sea como sea aquí estamos evaluando lo segundo.
Aún así no estamos hablando de uno de esos finales que arruinan la experiencia y finalmente te deja con un regustillo agradable, la alegría de haber visto algo diferente y que aunque no sea una película que recordaremos para siempre al menos no tendremos la sensación de haber perdido una hora y cuarenta y cinco minutos de nuestro tiempo.
Los protagonistas están a la altura de las circunstancias. De hecho es innegable el talento de Matt Damon, aunque aquí no es que tenga que hacer un esfuerzo exagerado en su interpretación. Quizás me he llevado una desilusión con John Slattery, al que muchos conocemos como el gran Roger Sterling en la serie Mad Men, y no precisamente porque lo haga mal, sino por el hecho de que apenas tiene minutos en la película. Una pena.
Como comentario final solo desear que ojalá se hicieran más películas como estas. La impresión que me ha dado es que es cine sincero, sin pretensiones, con la única intención de entretener y hacernos pensar pero sin exagerar. Ahí es donde gana muchos enteros, ya que uno de los grandes problemas de Hollywood actualmente es que sobran directores que no se enteran que lo que hacen es entretenimiento y no arte.