Otro año más, las obras maestras, las mediocridades, las películas que marcarán una era y las que se olvidarán en cuanto se enciendan las luces, se verán las caras enfrente de la Playa de la Concha en San Sebastián. Y es que hoy empieza el Festival de Cine de Donosti, una de las fechas que ningún cinéfilo quiere perderse.
Y es que en esta 65 edición, tras algún año un poco mediocre, parece que Rebordinos ha cogido las riendas con ganas y no está dispuesto a que ningún otro festival de la Península le tosa al clásico de los clásicos. Entre todas las (incontables) secciones, el Festival de Cine de Donosti mostrará más de 200 películas, con lo más nutrido del panorama internacional (en Perlas), del mundo latinoamericano (en Horizontes Latinos), un ciclo del cineasta Joseph Losey o del mundo patrio (en Made In Spain).
Es una tarea ardua la nuestra, pero os contaremos durante los próximos ocho días todo lo que acontezca en el Kursaal, el Victoria Eugenia, el Principal o el Velódromo. Aunque, como es lógico, vamos con unas expectativas bastante apañadas. Estas, y no otras, son las sino películas que más esperamos este año en el Festival de Cine de San Sebastián.
5. On body and soul
Dos personas introvertidas que se conocen en el trabajo descubren que tienen los mismos sueños cada noche. A partir de ese momento, su vida se basará en tratar de revivir esos sueños en la vida real. Tanto si te gustan las historias de amor como si no, es innegable que el argumento de On body and soul (Teströl és lélekröl) tiene dos posibilidades: convertirse en una película estupenda o en una marcianada imposible.
Su Oso de Oro en el Festival de Berlín ya nos debería poner sobre la pista de lo que nos vamos a encontrar en la película: un estupendo drama amoroso protector de la naturaleza que trata sobre la relación entre hombres y animales, el sueño, la mente y la materia, las enfermedades mentales y el cariño. No cabe duda de por qué ha sido escogida para participar en Perlas de Otros Festivales… Y de por qué se abrirá un hueco en nuestros corazones.
4. Fe de etarras
Cualquiera que conozca la filmografía de Borja Cobeaga sabe que sus méritos van más allá de un poster más o menos provocativo en las calles de Donosti y de un crédito como guionista en ‘Ocho apellidos vascos: Cobeaga lleva años como gran abanderado del nuevo humor vasco, desde el inicio, hace ya casi quince años, de Vaya semanita, en ETB.
De aquella Vaya semanita a esta Fe de etarras han cambiado muchas cosas: ETA ha desaparecido, Cobeaga ha dirigido tres (notables) películas y la crispación ha crecido en el país. Sin embargo, el director parece convencido de que la comedia ayuda a olvidar y de que no hay mejor medicina que la risa. Por eso, en Fe de etarras se dedica a reírse del grupo terrorista (ojo, no de las víctimas) contando las desventuras de un comando encerrado en un piso de la banda durante el Mundial que ganó España. No apta para tiquismiquis.
3. Three billboards outside Ebbing, Missouri
El debut de Martin McDonagh como director no pudo ser más acertado: en 2008 hizo que todos nos enamoráramos de una pequeña ciudad de Bélgica en Escondidos en Brujas. Ha tardado casi diez años en dirigir su tercera película, pero todo el que ya la ha visto la aplaude como el cénit (por ahora) de su carrera. Three billboards outside Ebbing, Missouri viene dispuesta a sorprender con un argumento tan atrevido como contenido, contando una historia de personajes.
Y es que tras la muerte de su hija, Mildred Hayes se harta de que la policía no sea capaz de encontrar a su asesino, por lo que pinta tres señales con un mensaje dedicado al sheriff. Por supuesto, esto significa la guerra. Una mezcla de comedia y drama con toques oscuros en el que destacan con luz propia Frances McDormand, Sam Rockwell y Woody Harrelson, los tres en unos de los mejores papeles de su carrera.
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2. The disaster artist
No es que el James Franco director haya hecho nunca nada realmente apasionante ni que confiemos ciegamente en su criterio, pero esta historia es una de esas historias que merecen la pena ser contadas: la historia de un hombre, Tommy Wiseau, dirigiendo, sin saberlo, la peor película de la historia, la infame (y locamente divertida) The Room. Basada en el libro de Greg Sestero, antiguo amigo de Wiseau, The disaster artist es un canto de amor al cine, un abrazo al cine malo y a todos aquellos que, simplemente, no pudieron triunfar en el séptimo arte.
¡O eso dicen los que ya la han visto! Mezcla de comedia, drama y película que llega al corazón, lo que está claro es que estamos ante una de las películas que ningún aficionado al metacine se puede perder. Por cierto, a modo de curiosidad: James Franco diciendo “I did naaat!” mal a posta lo hace mejor que el propio Wiseau en The Room. Qué muchacho.
1. Call me by your name
Buscad críticas negativas de Call me by your name. Venga, vamos. Os esperamos. ¿Qué? Ha sido difícil, ¿eh? Pocas películas reciben una unanimidad crítica tan grande como Call me by your name, una de las pequeñas grandes sorpresas de este año que está enamorando a propios y extraños. Habrá que ver si Luca Guadagnino realmente ha conseguido mejorar su (bastante mediocre) carrera con este drama romántico sobre la sexualidad, el amor y la música en el verano de 1983. Lo más destacado de Call me by your name es, por lo que se dice, cómo la película consigue que sintamos a través de los ojos de los personajes, comamos con ellos y sintamos lo mismo que ellos. Muchas películas han intentado esa quimera y lo han conseguido, ¿será una de ellas esta? Os lo contaremos con mucha atención.
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De momento, nosotros acabamos de pisar la alfombra roja. Mañana nos estrenamos con Wim Wenders, perlas y mucha diversión. ¡Esto acaba de empezar!