Todo, absolutamente todo en Casi leyendas huele a Peter Pan, desde los protagonistas hasta el vuelo mágico sin polvos de hadas que los eleva al cielo del escenario. Estos tres Casi leyendas formaron hace años en Argentina un desconocido grupo musical de rock, ahora los tres integrantes de Auto Reverse han crecido pero siguen siendo unos niños dentro de los cuerpos de tres inmaduros hombres. Lucas, abogado y pasado baterista del grupo es un vanidoso y egoísta ligón de playa que jamás ha hecho desinteresadamente nada por nadie. Javier, el cantante y letrista, es en la actualidad un profesor con depresión que ha intentado suicidarse en más de una ocasión tras la muerte de su esposa, a la que recuerda cada día conservando sus cenizas. Su hijo pasa olímpicamente de él y prefiere juntarse con otros modelos a seguir que triunfan en la radio. Por último está Axel ¿Rose?, guiño al cantante de Guns N´Roses, el bajista, un tipo raro y peculiar que no tiene amigos y que busca reencontrarse con el pasado para cambiar el futuro que le espera. Este Sheldon Cooper que imaginamos tocando con los nudillos cualquier puerta cercana y llamando a Penny es un cariñoso amo de los abrazos que sigue enamorado de su amor platónico, ahora en silla de ruedas y que desea unir a toda la banda para tocar con ellos un último concierto en un concurso en la radio que será recordado por los siglos de los siglos. La tarea no va a ser fácil ya que ninguno mantuvo el contacto ni se volvió a ver cuando se separaron. Los ensayos, en un centro deportivo con actividades de lo más variadas son un desastre, las groupies ya no son jovencitas alocadas sino madres de hijas sabiondas que van para periodistas y sus mayores rivales siguen siendo mucho más conocidos y mejores que ellos.
La comedia es la gran baza que explota su director, Gabriel Nesci que viene de la televisión y de dirigir Días de vinilo en el 2012, otro film argentino, donde se abordan los mismos temas que aquí, la amistad entre hombres, esta vez treintañeros, las mujeres y la música.
Gracias a Axel, estos tres amigos recuperarán su vida pasada recordando lo que les unía, establecerán sólidas relaciones con conocidas mujeres que olvidaron y por fin dejarán de ser los niños que siempre fueron para convertirse en unos hombres de provecho que cuidan de sus hijos y hacen que se sientan orgullosos de ellos, unos hombres patosos con un encanto especial que mejoran sus relaciones sociales y amorosas o unos hombres que dejan de mirarse el ombligo y piensan en los demás. Entre medias Casi leyendas nos cuenta con cuatro brochazos como funcionaba la promoción de un disco en los años noventa, como era una gira, con viajes y drogas en una furgoneta cochambrosa, preparativos preconcierto y grabación de maqueta o diseño de un videoclip. Tener a Diego Torres sin duda ha ayudado a confeccionar todo con una base más realista ya que su experiencia como músico y cantautor vale millones.
Primero fue el huevo con la americana Tú la letra y yo la música y después la gallina con la española El pregón. Al final todo se reduce a lo mismo. Viejos grupos del pasado, hermanos o amigos que se reencuentran después de muchos años y comparten todo tipo de antiguas y nuevas experiencias con la música como telón de fondo o telonera del verdadero concierto, el amor sincero y de corazón y la amistad olvidada. Aventuras a veces sensibleras, con conversaciones sentados en una cornisa o cómicas con policías que se tiran el rollo y confiscan lo que creíamos que había que tirar para superar una pena o seguir un nuevo camino.
El cine argentino está de enhorabuena, sigue gozando de una buena salud y de vez en cuando nos obsequia con películas como esta graciosa Casi leyendas que no hace para nada pesadas las casi dos horas que dura, un dato a tener muy en cuenta. El viejo rockero nunca muere tenga treinta, cuarenta o cincuenta años. Siempre que salga al escenario le seguirán esperando con los mecheros encendidos y el signo de la victoria u otros más bestias. No hace falta vestir con ropa de cuero, pañuelos decorando la frente o pintarse la sombra de los ojos, con el espíritu vale y eso muchos lo tenemos como aquí Diego Peretti, Santiago Segura y Diego Torres que lo sudan por cada poro de su cuerpo ¡oh yeah!