Como la mayoría de los aficionados al cine sabrán, recientemente se anunció que Blade Runner tendría una secuela. Para muchos esto les ha costado un ataque al corazón, si me preguntaran a mi sería bastante claro, me da igual, no me gustó Blade Runner, pero es que además me da igual que saquen secuelas de cualquier película, con no verlas me basta.
Lo original del asunto ha sido cuando El Curtural se ha puesto en contacto con seis directores españoles para ver como afrontarían este proyecto. Los elegidos han sido Eduardo Chapero Jackson (Verbo, 2011), Jaime Rosales (La soledad, 2007), Nacho Vigalondo (Los cronocrímenes, 2007), Borja Cobeaga (No controles, 2010), Pedro Aguilera (La influencia, 2007) y David Planell (La vergüenza, 2009).
No voy a entrar en si la elección de los directores es acertada o no, sin embargo os animo a que le echéis un vistazo a las respuestas que han dado, algunos se han andado por las ramas, otros se han tomado la pregunta demasiado en serio (porque ya se sabe que el cine español es una cosa muy seria, con mucho drama de trasfondo). Yo os cito a continuación la respuesta que más me ha gustado, que no ha podido ser otra que la de Nacho Vigalondo:
Me gustaría plantear las secuelas de Blade Runner como una aumentación tras otra del mismo giro: cada vez son más y más los personajes que se descubren como replicantes en el último acto. Llega un momento, más o menos por la quinta secuela, en el que se confirma que absolutamente todo el mundo es replicante. La humanidad tal y como la entendemos no es más que una confusión colectiva. Así acaba la saga, con una salida de armario a escala planetaria.