No todas las películas bélicas son iguales. Algunas como esta A War (Una guerra) dejan a un lado el combate armado, por el que se pasa de puntillas y las causas del mismo y se centran en las consecuencias de las decisiones tomadas en ella o en la familia que en casa espera al miembro que esta lejos y que vuelve esperando un bien merecido abrazo de los suyos.
El comandante Claus M. Pedersen es uno de estos soldados. Siente que ha dejado abandonada a su mujer y a sus tres hijos en Copenhage y se debate entre el deber de seguir las órdenes del ejército de su país o regresar a su hogar. Su esposa María no está tejiendo todo el día como la Penélope de La Odisea del señor Homero sino que organiza y lleva su casa de la mejor manera posible en ausencia de su marido. Llora su pena pero intenta mantenerse firme y no flaquear en su misión de proteger el fuerte. Eso mismo hace Claus en Afganistan al dar ejemplo y ponerse al frente de su unidad abandonando el cómodo sitio detrás de una mesa de despacho o tienda de campaña. Intenta protegerles de los numerosos peligros y salvarles la vida todas las veces que puede aunque a veces sus decisiones entren en conflicto con otras y desemboquen en funestos finales.
Son dos vidas paralelas las que nos presenta Tobias Lindholm, pues por una parte vemos la cara más cruda y cruel de la guerra con víctimas humanas y por otra la batalla diaria de una mujer que sola tiene que sacar adelante a todos sus hijos. Algunos traumatizados por la ausencia de la figura del padre se rebelan y actúan con violencia en el colegio y fuera de él y otros llaman la atención a su manera en una escena de visita de urgencias a un hospital que en cierta manera nos recuerda al Quico de La guerra de papá, de nuestro maestro Antonio Mercero.
Las bombas ocultas en las arenas del desierto son las zancadillas que María debe sortear, no son solo trampas que cercenan vidas militares, como los talibanes, sino también golpes que fracturan la unidad de una familia y algunas relaciones o que minan morales. El virtuoso montaje que nos brinda Adam Nielsen pone en comparación e igualdad estas dos realidades que conviven en el mismo tiempo pero en distinto lugar, dos vidas en unos instantes que se comunican solo en muy contadas ocasiones, con numerosas interferencias y por tiempo limitado.
Recordemos Bajo la arena, también largo danés, incidía en el suspense que podía provocar en el espectador que nunca sabía el preciso instante en que un soldado iba a volar por los aires. En cierta manera, A War (Una guerra) juega al principio un poco con eso aumentado por el miedo que siente y padece uno de los hombres de Claus que parece llevar detrás suyo siguiéndole la de la guadaña en cada paso que da lejos del campamento. Luego esta desagradable sensación desaparece no solo cuando la historia se vuelve hacía Dinamarca sino también cuando las conversaciones telefónicas toman el protagonismo. Preparan, al igual que los encuentros entre comandante y segundo al mando y amigo, la visión que vamos a tener de la presunta fragilidad y fatiga de uno de ellos que dará lugar a la precipitada decisión mortal.
¿Seremos testigos del tan esperado reencuentro o la unión de ambos? Quizás la razón o el motivo no sean los adecuados o los mejores. De eso va la segunda parte de A War (Una guerra). Un juicio justo en Dinamarca pondrá en jaque la amistad y la responsabilidad de unos cuantos y esperará que tomemos partido bien por Claus o bien por el ejército que le acusa gravemente de una orden mal dada en la provincia de Helmand que ha provocado víctimas civiles.
El drama esta servido, los terrores de la guerra y las secuelas de la misma también. El veredicto dictará sentencia, sea cual sea pero ¡todos ya han perdido! incluyendo al que ha mentido sin evidente motivo. El abogado defensor y el acusador de este consejo de guerra pondrán todo lo que tienen, grabaciones y fotografías bastante desagradables de ver, al servicio de su verdad buscando que la ley se cumpla y que las responsabilidades de ciertos actos se castiguen o salgan impunes. Un ejemplo más de peli de juicios que no supone una maravilla y que en cierta manera baja el nivel de lo visto anteriormente en A War (Una guerra) bastante más interesante y arriesgado.