Seguro que más de una vez has pensado que tu piso (o tu habitación, o tu mansión de cincuenta cuartos de baño, que nunca sabe quién nos puede leer) merece una puesta a punto. Un sofá nuevo, reordenar los DVD, pintar de verde las paredes… Y, sobre todo, decorarlas. Pero claro: Si un cuadro de IKEA y un póster de El Padrino enmarcado se te quedan cortos, quizá sea el momento de abrirte el mundo. De repasar la historia del cine desde que te levantas hasta que te vas a acostar. Quizá sea el momento de pasarte a los vinilos de cine.
Sí, ya sabes, esos adhesivos que puedes pegar en cualquier pared de tu casa. Los has visto de flores, de montañas e incluso emulando mundos de Super Mario Bros, pero quizá no hayas visto su vertiente más peliculera. Vamos a dar una vuelta al mundo del cine por toda tu casa. ¡Luces, cámara… Y acción! Suena el despertador y…
8:00 – El chico (Charlie Chaplin, 1921) en tu dormitorio.
Para este recorrido por la historia del cine, lo lógico es levantarse con una de las películas básicas del cine mudo. Tras 65 cortometrajes como actor (de los cuales dirigiría 49), Charlie Chaplin decidió que era hora de dirigir su primer largometraje. Y para ello, en lugar de utilizar comedia pura durante todo su metraje, como se podía intuir, decidió ir más allá, intercalando momentos de drama que, aún ahora, definen la tragicomedia: Jackie Coogan llorando es uno de los puntos clave para estudiar la fina línea que separa el drama del humor. El chico cuenta la historia sobre un vagabundo que adopta un niño abandonado y termina mostrando más sobre el verdadero amor y la familia que muchas producciones de la época atadas a los valores tradicionales.
Coogan, por cierto, se convirtió en la primera estrella infantil de la historia cuando el film resultó ser un éxito (la segunda película más taquilla de 1921) y se realizó todo tipo de merchandising con su cara, desde mantequilla de cacahuete hasta figuritas. El chico sigue siendo, a día de hoy, una obra maestra repleta de momentos tanto hilarantes como emocionales, riquísima en complejidad narrativa y que deja entrever mucho más de lo que puede parecer a priori sobre su autor. ¿Sabías que Chaplin realizó el film solo diez días después de que su primer hijo falleciera? Vuelve a ver la película desde esta perspectiva: Arroja mucha luz sobre el carácter del propio director.
8:10 – El mago de Oz (Victor Fleming, 1939) en el pasillo.
De camino a desayunar, nada mejor que celebrar la llegada del sonoro y el color mientras te desperezas con una de las películas más míticas de la historia del cine. Desde su salida en 1900, El mago de Oz fue un exitazo en las librerías. Tanto es así que en 1908 ya se realizó su primera versión cinematográfica (realizada por el autor original, L. Frank Baum), a la que siguieron diferentes versiones en 1910, 1925 y 1933 (esta última animada), además de tres adaptaciones en 1914 producidas por Baum y su compañía, The Oz Film Manufacturing Company… Pero nadie se había atrevido a darle un estatus de gran película hasta que, en 1937, Disney consiguió llevar a cabo Blancanieves y los siete enanitos y MGM se cercioró de que los cuentos de hadas también podían ser rentables.
El Mago de Oz destacó por sus colores vivos (uno de los mejores usos del Technicolor jamás vistos), su fantasía, sus canciones y la actuación de una pizpireta Judy Garland, en su papel más memorable. Ganadora de dos Oscar (incluyendo la inolvidable canción ‘Over the rainbow’), lo cierto es que fue un fracaso de taquilla en su estreno, apenas recuperando lo invertido en ella. Hoy por hoy es una de las mejores y más conocidas películas de la historia, y su paleta de colores sigue siendo estudiada y vital para comprender esta parte de la historia del cine. ¿Quién no ha querido recorrer alguna vez el camino de las baldosas amarillas enfundado en los zapatos rojos, de la mano del León Cobarde, el Hombre de Hojalata y el Espantapájaros? We’re going to see the Wizard…
8:15 – Con la muerte en los talones (Alfred Hitchcock, 1959) en la cocina
¿Quién puede meterte prisa con el desayuno mejor que el mago del suspense, Alfred Hitchcock? En 1959, Hitchcock era un director más que consagrado: Ya había rodado ‘Extraños en un tren’, ‘Crimen perfecto’, ‘Vértigo’… Y estaba a punto de rodar otra de sus grandes obras maestras: ‘Con la muerte en los talones’. Conocida por todos por la famosa secuencia en que Cary Grant es perseguido por una avioneta que le dispara, el filme tiene mucho más que ofrecer: Es una historia de identidades falsas, organizaciones misteriosas, amores imposibles y secuencias de acción que funcionaban tan bien entonces como funcionan ahora.
La historia de la película se originó tras un momento de bloqueo creativo, tras el que Hitchcock confesó a su amigo Ernest Lehman que siempre quería haber hecho una persecución en el Monte Rushmore. Claro está, Hitchcock tuvo otras ideas no tan buenas (el avión que persigue a Grant estuvo a punto de ser un ciclón dirigido por la organización malvada), pero, a la hora de llevarla a la pantalla, puede que sea la obra cumbre del cine Hitchcockiano: Lo tiene todo, perfectamente rodado y con sentido dramático. ‘Con la muerte en los talones’ es, además de un estupendo film de intriga, misterio y acción, una obra básica con la que entender el cine de un director mítico y nunca suficientemente estudiado. Un repaso a la historia del cine no puede estar completo sin este thriller estilizado, o sin la película que Hitchcock hizo el año siguiente, una pequeña obra muy desconocida titulada… ‘Psicosis’.
18:30 – La guerra de las galaxias (George Lucas, 1977) en tu sala
¡Si quieres un lugar para que tus amigos se paren a hablar durante un rato es aquí, al lado de la Estrella de la Muerte! Nada dice “amistad” como la Marcha Imperial cantada a tono… Porque esta sí que es una película desconocida, eh. Posiblemente nunca hayáis oído hablar de ella, la verdad. Alguna cosilla se sigue haciendo hoy en día, pero sin mucha importancia. ¡Ah! Pero cuando George Lucas, en 1973, cobró la hilarante cifra de 150.000 dólares por escribir y dirigir ‘Una nueva esperanza’, nadie se esperaba el éxito posterior… Excepto el propio Lucas. Triste por no conseguir los derechos de ‘Flash Gordon’, un jovencísimo director novel, que acababa de realizar su primera obra, ‘THX 1138’, decidió crear su propio ‘Flash Gordon’, la serie de películas ‘Las aventuras de Luke Starkiller’, cuyo primer episodio se llamaría… ‘The Star Wars’.
Poco a poco, Lucas puliría los detalles, eliminaría del guión al padre de Luke (un tal Akira Valor, “The Starkiller”) y realizaría una película más comprensible para todos los públicos. En 1976, tras varios años escribiendo esbozos, conseguiría terminar ‘Star Wars’, el guión definitivo, en el que todos los elementos estaban en orden: La Fuerza, Luke Starkiller (el nombre se cambiaría más adelante), Obi-Wan, Han Solo y La Princesa Leia. Y, por supuesto, Darth Vader y la Estrella de la Muerte. Aunque siguió añadiendo cosas durante el rodaje, como la muerte de Obi-Wan. Y al final, ¿cuál fue su destino? Pues ya lo sabéis: La saga millonaria de más éxito de la historia del cine: 8 películas estrenadas, una de animación, 3 especiales televisivos, 5 series animadas y multitud de spin-offs, parodias, videojuegos y merchandising. La fuerza sigue acompañándola…
22:00 – Pulp fiction (Quentin Tarantino, 1994) en tu habitación.
Nada como irse a dormir con las ideas claras y Jules y Vincent apuntándote con sus pistolas en una de las secuencias más memorables del cine moderno. No es novedad que ahora esperemos cada película de Tarantino (siempre “la última”, pero nunca la última, y lo sabemos) con ansiedad, pero hace 23 años, este enfant terrible solo había dirigido la estupenda ‘Reservoir Dogs’, y nadie confiaba mucho en que coger a John Travolta del fondo del pozo donde estaba metido fuera a llevar a nada bueno. Y, sin embargo, lo consiguió. Un reparto estelar, unas secuencias impactante, una música magnífica y, sobre todo, un guión digno de estudio, hacen que ‘Pulp Fiction’ sea, a día de hoy, una obra maestra recordada por cualquiera que la vea.
Tarantino empezó a trabajar en el guión de ‘Pulp Fiction’ en Amsterdam, en 1992, y fue ayudado y, finalmente, co-escrito por su amigo Roger Avary (director de ‘Killing Zoe’). Del resultado salió una obra en la que apenas se gastaron 8 millones y medio en su rodaje (por comparar, el presupuesto de ‘Los odiosos ocho’ ha sido de unos 54 millones). ¿El resultado? Abrumador. Recaudó 213 millones e hizo que Tarantino fuera el nuevo protagonista absoluto del cine de aquella época. Pero no solo fascinó a la taquilla: Los críticos siguen estudiando las ramificaciones de ‘Pulp Fiction’, los temas que quiere tratar y qué significan sus momentos más misteriosos. Y, sobre todo, ¿qué había dentro de la maleta?
¡Y si no te convencen estas opciones, no te preocupes: Hay muchos vinilos de cine más con los que poder decorar tu casa y convertirla en todo un paseo de la fama! Desde ‘El Gran Lebowski’ hasta ‘Desayuno con diamantes’, lo difícil será dejar las paredes en blanco…