La directora estadounidense Marielle Heller ofrece con Un amigo extraordinario el particular reverso de ¿Podrás perdonarme algún día?, su anterior largometraje. Si en aquella nos mostraba la particular relación entre dos individuos que distaban ser ejemplos a imitar, una escritora lesbiana que falsificaba documentos de famosos creadores y un traficante de drogas homosexual, aquí somos testigos de la particular vinculo que se establece entre dos personajes más íntegros: un periodista especializado en asuntos de corrupción y un presentador de un programa de televisión infantil. La película parece querer demostrar que la verdadera bondad existe, aunque nos seamos demasiado cínicos para reconocerlo.
Evidentemente, el reportero, que se encarga a regañadientes de realizar un perfil de la estrella de la pequeña pantalla, intentará buscar un lado oscuro en un personaje querido por todos y que ha influido en varias generaciones. Sin embargo, no solamente no logrará que el presentador se enfade con él, sino que fraguará una particular amistad con él y su esposa.
Hay un evidente tono humanista en la película de Heller, basado en un guion escrito por Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster. No obstante, quizá se echa de menos que exista un conflicto más evidente entre los dos personajes. La cinta quizá gira demasiado sobre los mismos temas una y otra vez cayendo en cierta monotonía, a pesar de su emotivo mensaje. En este sentido, los muchos defectos de los personajes principales de ¿Podrás perdonarme algún día? los hacía bastante más atractivos desde el punto de vista narrativo.
Lo que no cabe duda es el buen trabajo del dúo protagonista de Un amigo extraordinario. Tom Hanks vuelve a dar vida a ese buen estadounidense que parece sacado de una película de Frank Capra. De hecho, el actor norteamericano se encuentra más cerca que nunca de James Stewart, el protagonista de clásicos como Qué bello es vivir y Caballero sin espada. Por otra parte, el galés Matthew Rhys (Perry Mason, The Americans) le da estupenda réplica como ese descreído informador.