MAGICAL MISTERY TOUR: No hay una fiesta como tal, pero son tantas las inconcluencias y desvaríos que tuvieron a fin hacer – y que les dejaran- Los Beatles en esta película, que solo por eso merece verse. Porque a parte de tener unas canciones en modo avión de los de Liverpool, no deja de ser una precuela bastarda de lo que luego harían los Monty Python. Lo de comer en un buffet libre con una pala puede cambiar tu concepción del ‘ya estoy lleno’.