Tras coronarse con un Goya al mejor cortometraje en 2003 (Sueños) y debutar con mismo éxito en el largometraje (Goya a la dirección novel y Biznaga de oro) en 2015…
Resulta bastante indignante que determinadas piezas cinematográficas de una calidad más que notable queden excluidas de buena parte de la cartelera de los cines españoles. Y resulta aún más indignante…