Los aficionados al cine sabemos bien que nunca debe uno fiarse de un trailer. No se, un día te crees que vas a ver una película terrorífica y acabas viendo una divagación sobre la fe dirigida por Shyamalan, por poner un ejemplo. Pues eso me pasó cuando vi el trailer de ¡Que dilema!, creí que era una comedia, pero nada más lejos de la realidad.
¡Qué dilema! narra la historia de dos amigos de toda la vida viven uno de los momentos más complicados de su vida profesional. A eso hay que sumarle que un día uno de ellos descubre a la mujer del otro siéndole infiel y se encuentra con el dilema de si ser leal y contárselo o no, teniendo en cuenta todo por lo que están pasando.
Con una sinopsis así y con Vince Vaugh y Kevin James protagonizando la película todo indicaba que nos íbamos a reír mucho, pero no es el caso. ¡Qué dilema! es un drama más profundo de lo que uno puede pensar a simple vista y quizás los únicos matices cómicos se los lleva el personaje de Vince Vaugh, que ocupa casi todo el tiempo de pantalla.
Y quizás ese sea el mayor problema de la película que dirige Ron Howard, ya que si uno va predispuesto a una cosa y le ponen otra es muy probable que no disfrute igual. Sin embargo creo que si intentamos dejar fuera este tema la película se deja ver y se disfruta.
Los momentos cómicos son bastante divertidos, sobre todo si somos fans de los gags físicos. Los momentos de drama también son bastante interesante, generando la historia ciertos dilemas (nunca mejor dicho) morales y situaciones realmente interesantes debido a la naturaleza de los personajes.
No podría decir nada malo de esta película, ya que soy un confeso fan del trabajo de Vince Vaugh y Kevin James, pero siendo sinceros ¡Qué dilema! no pasa de ser una película entretenida, de esas que ves un día y no recuerdas nunca más, pero incluso para eso hay que tener talento en el mundo del cine.