A principios de año se estrenaba Promoción Fantasma con la idea de pegar fuerte en taquilla potenciando esa parte del cine español que quiere construir una industria. Desafortunadamente el público no respondió aunque sí lo hizo un señor llamado Will Smith que compró los derechos para hacer el remake americano. Y digo desafortunadamente porque nos encontramos probablemente con una de las mejores películas españolas del año.
Un instituto a punto de cerrar, un profesor que ve fantasmas y cinco alumnos que murieron en una fiesta de los ochenta son los mimbres de esta divertida comedia liderada por Raúl Arévalo. El joven actor es el contrapunto serio del resto del desmadre donde Carlos Areces y Joaquín Reyes se llevan la palma.
La trama bebe de las comedias ochenteras ideadas por John Hughes donde el suceso fantástico revolucionaba la vida de los personajes, siendo La mujer explosiva el mejor ejemplo. Los tópicos de estas películas son usados de forma muy eficaz para resolver rápidamente muchos giros del guión que ya nos sabemos de memoria.
Los continuos guiños a películas y personajes de los ochenta convierten a Promoción Fantasma en un feliz homenaje que afortunadamente no sólo funciona debido a su componente referencial. El humor va de lo chusco a lo ingenioso con una sorprendente facilidad con un ritmo muy bien llevado gracias a un excelente guión y una eficaz puesta en escena.
En el apartado actoral es donde se encuentran las mayores pegas. Mientras que los secundarios interpretados por Sílvia Abril, Alexandra Jiménez y Luis Varela brillan a gran altura los personajes de los cinco fantasmas son los más flojos sólo destacando Javier Bódalo y su eternamente borracho Pinfloy.
No es de extrañar que Hollywood se haya fijado en Promoción Fantasma en la busca de ideas. Su humor es perfectamente exportable pero a su vez mantiene una esencia muy española. No como otras películas españolas que se esfuerzan por no parecer tales no sean que la gente diga que son una españolada.
5 comments