Este país se ha enfrentado a muchas crisis. En el año 2011 el movimiento 15-M vio nacer a una formación política que en los últimos tiempos ha dado mucho que hablar. Fernando León de Aranoa es un director al que suelen interesarle los asuntos de la calle, aquello que tiene como protagonista a la gente de a pie que vive en barrios pobres y que tiene un origen humilde. Historias y dramas sociales con protagonistas que sobreviven a duras penas y en condiciones adversas. Enseguida le cautivó la idea de hablar de dicha formación, gestada en las plazas y en kilométrico punto cero de la Puerta del Sol de Madrid. Política, manual de instrucciones desnuda la organización e ideario de un nuevo partido político desde que se creó a raíz de 15-M hasta las Elecciones Generales de diciembre del 2015. Cuatro años que han dado para mucho. Tiempo para crecer, tiempo para entrar en crisis y tiempo para remontar y colocarse en una posición interesante para la conquista del primer premio, en este caso el gobierno de nuestro país.
En Política, manual de instrucciones lo que se muestra es el esqueleto y lo que nunca hemos visto de Podemos. Sus líderes son humanos, sus emociones y respuestas ante los sucesivos desafíos que le planteaba la batalla por el poder también. Auténticos desconocidos para la ciudadanía ahora se han convertido en referentes para muchos y posibles líderes que ya ocupan cargos de mucha responsabilidad en las dos cámaras.
El cambio que muchos pregonan bien desde las sombras del anonimato o bien bajo los focos de los platós de televisión parece que comenzó hace mucho pero solo han pasado poquitos años. En ellos este partido ha tenido que metamorfosearse en algo diferente a lo que se planteaba al principio aunque mantiene la base de su pensamiento. Han tenido que variar su hoja de ruta según las circunstancias para poder jugar con clara intención de ganar. Lo que antes parecía un imposible después de unas elecciones municipales, otras en Cataluña y finalmente unas generales ahora parece que está más cerca. Para conseguir esto se han estado formando gracias a entrevistas con líderes de otros regímenes políticos sobre todo de Sudamérica, se han rodeado de eminentes profesionales de economía, organización militar o profesores de otras materias que les han ayudado a crecer cada vez más. No son unos convidados de piedra, ahora tienen la sartén por el mango y saben el papel que ocupan en el organigrama de poder. Han pasado de ser los simpáticos del grupo con los que nadie cuenta a ser un digno rival y adversario político tanto para la derecha como para una izquierda que ellos consideran caduca. A su lado otras formaciones también se han visto favorecidas por su discurso y han entrado en la pelea de trincheras con posibilidades de llevarse parte del pastel. Todo ello lo vemos en Política, manual de instrucciones.
Muchas de sus respuestas a problemas, muchos de sus planes se han visto criticados por una parte importante de sus militantes dividiéndose y creándose un cisma que ha favorecido a sus enemigos que han aprovechado esos momentos de debilidad para atacar con más saña. Los daños han sido renuncias y dimisiones o una pérdida de popularidad que se ha traducido en ocasiones en encuestas y en malos resultados electorales como en Cataluña.
Ahora parece que se ha superado la crisis y que todo vuelve a su cauce.
Los momentos de nervios en las salas de reunión del partido, los mítines en grandes superficies y las noches en vela han dado su fruto. La cámara del director recoge todo esto y mucho más, muestra el lado humano y el intimismo que rodea al libro de instrucciones por el que se organiza Podemos. En Política, manual de instrucciones conocemos por dentro lo que antes se nos ocultaba. Ha acercado a la clase política al ciudadano y al elector y eso siempre viene bien acortando el espacio que parecía separarnos. Ha puesto rostro a una idea y pensamiento, una cabeza pensante que no deja nada al azar que estudia todo hasta el mínimo detalle. Pablo Iglesias es Podemos, con él empezó todo.