Los festivales permiten que se establezcan inesperados lazos entre las películas que se exhiben en ellos. Es el caso de dos cintas vistas en la sección competitiva de Play-Doc 2019: Humberto Mauro, la ganadora del certamen, y A volta ao mundo quando tinhas 30 anos. Ambas son producciones provenientes de países de habla portuguesa que indagan en la vida de los familiares de sus respectivos directores. En el primer caso nos encontramos ante un particular tributo a uno de los pioneros del cine brasileño que ha realizado su sobrino nieto, mientras que el segundo es un filme donde una hija indaga en el viaje que realizó su padre japonés por medio mundo cuando era joven, en los ya lejanos años setenta del siglo XX.
André di Mauro repasa la trayectoria de su antepasado sin estridencias ni poses en Humberto Mauro. La bellas imágenes del que fuera uno de los primeros grandes cineastas brasileros y las palabras del propio homenajeado son los sencillos mimbres que usa su descendiente para descubrirnos a un artista preocupado por enseñar la grandeza natural de su país, capturar las costumbres de sus habitantes y mostrar el inexorable progreso de sus grandes urbes. Evidentemente, hay ecos del primer cine etnográfico y las sinfonías urbanas, pero también una personalidad propia como artista que irradia de la fuerza de unas filmaciones que reflejan el exuberante ecosistema de la tierra que le vio nacer.
No obstante, este homenaje no se olvida de hacer referencia a los problemas económicos que tuvo que enfrentar para sacar adelante sus trabajos y dejar constancia de la tierna relación que mantuvo con su esposa y musa María Vilela de Almeida, más conocida como Lola Lys.
Igualmente evocadora resultó la portuguesa A volta ao mundo quando tinhas 30 anos, la particular reconstrucción que Aya Koretzky realiza del viaje que su padre hizo por medio mundo cuando era joven. A través de las fotografías que su progenitor tomó durante su particular odisea, acompañadas de los comentarios del propio protagonista en su senectud y fragmentos del diario que escribió durante su particular periplo, somos testigos del particular choque cultural entre un hombre japonés y las formas de vida de los países que visita en Europa, el norte de África y Oriente Próximo.
A volta ao mundo quando tinhas 30 anos, ganadora de la sección Bright Future del Festival de Rotterdam, funciona también como un viaje sentimental donde se oponen el individuo ansioso de nuevas experiencias que fue y el anciano repleto de sabiduría que es. Por otra parte, asistimos a la confrontación entre un hombre nipón que acabó viviendo en Portugal y una hija que va olvidando sus orígenes japoneses. No obstante, quizá lo más curioso del largometraje sea el estado casi zen que sumerge al espectador gracias a la lenta cadencia de sus imágenes y las reflexiones a media voz del padre de la realizadora.
1 comment