En la cartelera del 10 de octubre destacan cuatro estrenos: Karmele de Asier Altuna, una potente crónica del exilio vasco basada en la novela homónima de Kirmen Uribe; Downton Abbey. El gran final de Simon Curtis, despedida nostálgica de la célebre saga británica; Extraño río de Jaume Claret Muxart, ejemplo de cine minimalista y reflexivo sobre la adolescencia en tránsito; y Bala perdida de Daren Aronofsky, un tenso thriller criminal ambientado en el Nueva York de los años 90.
Karmele (Asier Altuna, 2025)

La novela de Kirmen Uribe tiene mucho de crónica del exilio del nacionalismo vasco tras el golpe franquista en su plasmación de un caso real protagonizado por la familia Letamendi Urresti. Con facilidad para saltos en el espacio y el tiempo, maneja bien las emociones, lo mismo que la película. Se sigue bien la historia de exilio y la lucha por mantener la identidad cultural y política vasca; con acierto se emplean diferentes formas de música (coros, cantos populares, orquesta, etc.) y se le dan diferentes texturas fotográficas a lo sucedido en el País Vasco y en Venezuela, aunque me parece que a la foto le falta empaque. El resultado es un poco triste porque la realidad es más que triste, pero este proyecto es valioso para la memoria histórica de Euskadi.
Downton Abbey: el gran final (Simon Curtis, 2025)

Tras las seis fascinantes temporadas de la serie —a las que se añadieron dos largometrajes un tanto reiterativos— se presenta este “final” que, en realidad, es un epílogo. Ambientado ya en los treinta, trata sobre la jubilación del aristócrata, su cocinera y su mayordomo, forzados por la edad y por un mundo cambiante que trastoca un tanto sus vidas. Carece del mordiente de la serie a la que, realmente, no aporta nada. Pero los seguidores de ese mundo de clases y estilos caducos podrán disfrutarla.
Extraño río (Jaume Claret Muxart, 2025)

Me resultó ya sabido el estilo minimalista y pretendidamente poético, muy presente en obras de directores/as jóvenes de los últimos años. No logro interesarme por los personajes —a pesar de su cercanía y humanidad— porque me resultan impostados, artificiosos. Como el propio discurso de esta historia, un tanto ensimismada, sobre el amor y el sexo en un adolescente que hace un viaje familiar en bicicleta por el sur de Alemania. La presencia del agua y el río son estimulantes; las conversaciones sobre teatro o arquitectura de los padres no encajan en el relato. Una película “de festival” que gusta en ciertos sectores.
Bala perdida (Darren Aronofsky, 2025)

Con “Pi, fe en el caos” y “Requiem por un sueño” Aronofsky surge como cineasta de mirada propia, lo que revalida en varias ocasiones en una carrera desigual: “La ballena” (2022) es su última gran aportación. Ahora ambienta en los 90 una intriga criminal, generosa en violencia, de ambientes neoyorkinos pestilentes donde trata de sobrevivir Hank, un joven aspirante a jugador de béisbol. Pero todo parece aliarse contra este tipo un tanto ingenuo que se ve absorbido por una sucesión de amenazas y agresiones. Me pareció un cine ya hecho, muy de los 90, efectivamente, pero que no tenía mucho que contar, de escasísima novedad.
Cartelera del 10 de octubre de 2025
