Mommy, experimentación, riesgo, sentimiento y corazón

Con solo 25 años Xavier Dolan se ha convertido en uno de los nombres imprescindibles del panorama del cine de autor mundial. Cinco películas avalan ya su trayectoria, a pesar de haber tenido una pobre distribución en nuestro país; de hecho su anterior película, Tom en la granja, no es posible verla en España de forma legal (aquí tuvimos la oportunidad de verla en el Atlántida Film Fest). No cabe duda que su Gran Premio del Jurado, compartido con Godard, en el pasado Festival de Cannes ha ayudado a que no tardemos en ver esta soberbia Mommy.

Como bien indica el título, Mommy es la historia de una madre, que tiene que lidiar con un hijo con Trastorno de Deficit de Atención e Hiperactividad. Cuando aparece Kyla, una vecina de traumático pasado, la vida de Die y Steve adquirirá un halo de esperanza que lucharán por mantener. Como se puede comprobar, el argumento central de Mommy podría dar para una TV movie bien lacrimógena con su tema de superación personal bien presente.

Mommy

Aún así, Dolan no rechaza la esperanza por un mundo mejor como opción para sus personajes. Mommy podría haber caído en un desasosegante tremendismo de personajes gritones, pero Dolan opta por un desasosiego de otra índole: los que más duelen no son los momentos histéricos, sino aquellos en los que la alegría y la esperanza asoman por la pantalla en forma de majestuoso cinemascope. El curioso formato cuadrado de la imagen ayuda a que nos concentremos en las insuperables interpretaciones de Anne Dorval, Antoine-Olivier Pilon y Suzanne Clement, sin los que no habría película.

Así, dentro del torrente imaginativo desplegado por Dolan, existe un centro emocional que hace que las brillantes formas nos lleguen al corazón. La perpetua luminosidad y calidez de la fotografía de Mommy es un acierto más de los muchos en una película que está llena tanto de hallazgos como de apropiaciones. Dolan se muestra tan original como receptivo al talento ajeno, dotando de significados a temas musicales como el Wonderwall de Oasis que nunca más volveremos a ver igual, y que forma parte desde ya de la mitología de los grandes momentos cinematográficos de este 2014 que nos dejará en breve.

Mommy

Con Mommy Xavier Dolan alcanza a un público más extenso y hace su cine más accesible sin necesidad de realizar concesiones, demostrando que la experimentación y el riesgo también pueden ir de la mano del sentimiento y el corazón. Y para su próxima película ya tiene fichadas a Jessica Chastain, Susan Sarandon y Kathy Bates. Estaremos atentos.

https://www.youtube.com/watch?v=fCIUqj4hZQw

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