Minúsculos: El valle de las hormigas perdidas, el mundo es miniatura

En los últimos tiempos cada vez es más frecuente encontrarse con filmes que usando la animación pretenden mostrarnos el mundo diminuto de los insectos. Lo vimos en los años noventa con Hormigaz y Bichos en Estados Unidos empezando la moda y lo continuaron en Francia con la trilogía de Arthur y los Minimoys de Luc Besson. Este año asaltará la taquilla Minúsculos: El valle de las hormigas perdidas con vistas a ser consumida por un público infantil sirviendo de aperitivo para la historia de Ant-Man que en verano espera hacer una buena suma de dinero.

En esta ocasión se narra la historia de una mariquita, sus primeros pasos en el mundo, sus primeras amistades y alianzas y la experiencia que adquirirá en su vida y que le hará crecer a pasos agigantados. A partir del primer encuentro con una hormiga comenzará su aventura en donde no faltarán ni los peligros que la naturaleza pone en su camino ni aquellos que se derivan de sus acciones.

Thomas Szabo y Helene Giraud están decididos a mostrarnos unos insectos más reales alejándolos de sus hermanos de otras películas ya que han optado por no dotarlos del don del habla lo que supone una novedad importante. Hay que destacar sobre todo la cuidada animación de la que hace gala toda la película mostrándonos con total precisión unos detalles que jamás el ojo humano podría ver. El 3D ayuda a meternos de lleno en esta aventura sobretodo en algunas escenas en las que sentimos en primera persona todo lo que sufre la protagonista.

Quizás lo más importante de este film que ha sido un éxito en la televisión de más de cien países con su serie son los guiños que constantemente hace de todo tipo de clásicos del cine como por ejemplo los homenajes que realiza a Tiburón o Psicosis o a trilogías tan fantásticas como Star Wars y El Señor de los Anillos. No se pierdan lo impresionante que es la recreación del asedio del Valle de Helm teniendo como protagonistas a unas hormigas de dos bandos diferentes (negras y rojas).

Minúsculos: El valle de las hormigas perdidas es una apuesta segura para una tarde de fin de semana. Los niños disfrutarán como enanos y los mayores descubrirán que no todo el cine de animación se llama Disney ¡Hay otras formas acaso igual o mejores que el gran coloso americano!