Como cada año, desde hace ya unos cuantos y con la excepción del año pasado, acudí al cine a ver la nueva propuesta de Woody Allen. En esta ocasión tenía unas cuantas ganas extra por varios motivos, me gusta mucho París, me gusta Owen Wilson y toda la crítica que había leído la ponía por las nubes.
La primera escena de la película es puro amor. Creo que se podría decir incluso que los primeros minutos de Midnight in Paris son la mejor guía turística que he visto jamás de la ciudad de París. Con una cámara fija y una buena elección musical Woody Allen consigue que queramos trasladarnos a la ciudad del amor instantáneamente, salir de la sala y coger el primer vuelo de Ryanair.
No quiero contar muchos detalles de la trama, porque esto significaría acabar con la gran sorpresa de la película. Quizás en ese sentido y simplemente dar una pista decir que me recordó, con muchos matices, a La rosa púrpura del Cairo. Y aquí lo dejo.
Por otra parte Woody Allen consigue con genial maestría que nos sintamos identificados con Gil, el personaje interpretado por Owen Wilson. Pese a tener una vida de ensueño Gil se siente incompleto, y es normal, teniendo en cuenta que no le gusta su trabajo y está harto de que todas las personas a su al rededor le digan lo que tiene que hacer en todo momento.
Memorable también el personaje de Michael Sheen. Un personaje necesario para la trama y que además el actor consigue bordar. Realmente consigue que en cada aparición que hace en toda la película le odiemos con todas nuestras fuerzas, justo como hace Gil.
Quizás lo que más me gustó de la película es el mensaje con el que te deja. No leáis este párrafo si no habéis visto la película. El hecho de que en la vida no hay que obsesionarse con el pasado, sino disfrutar el presente ya que si te obsesionas demasiado con eso de «cualquier tiempo pasado fue mejor» posiblemente te estés perdiendo todo lo importante que te está pasando en realidad.
Hay poco más que decir de Midnight in Paris. Realmente es la mejor película de Woody Allen desde Match Point y está muy a la altura de algunas de las consideradas clásicas del director. Realmente se nota que este hombre, pese a tener cierta edad, cuando se lo propone puede hacer una obra inolvidable convirtiendo el entretenimiento en puro arte.
P.D: Atentos al pequeño papel de Adrian Brody, de lo mejor de la película.
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mmm
realmente consigue trasladarte a una ciudad preciosa, pasear por el Paris bohemio,y soñar en definitiva con la ciudad y con esas vidas, aparentemente perfectas.
Yo me quedo con las cortas apariciones de Lea Seydoux, elegante, dulce y divina. la bella.
Cuando terminó la pelicula dije: Me he quedado con ganas de más Brody!
Su papel es excelente.
La verdad es que salí encantado de la sala y con ganas de mucho más Woody. De momento me apunto Match Point, que sería la tercera película que veo del director.
es una pena que en su academia Woody Allen no esté lo suficientemente valorado por ser el rarito..
Esta película tendría que ganar varios oscar, mejor peli, director, guión..