Como no se quedaron a gusto con el primer intento de llevar a la pantalla al Capitán América, el mismo equipo «artístico» perpetró una segunda parte. Incluso en algunos lugares de Europa se estrenó tal cual como si no hubiese primera parte.
Volvemos a ver a Steve Rogers Jr. con su inefable moto y su discreta furgoneta investigando algo en un pueblo de la América profunda. En un intento de darle un poco de caché al asunto contrataron a Christopher Lee para hacer de malo. Pero tampoco había mucho presupuesto y a Lee no lo sacan de una habitación donde sale siempre hablando por teléfono. Al final se enfrenta en un cara a cara muy absurdo con el mismísimo Capitán América y, claro, no le dura ni un asalto porque no tiene superpoderes ni nada. Además, por alguna extraña razón, su personaje se llama Miguel.
En cuanto a los poderes del Capi veremos como salta, corre y hace todo tipo de virguerías. Nada más empezar la película lo veremos corriendo a hipervelocidad por una playa mientras persigue a unos malvados que le han robado el bolso a una vieja. Tal cual lo cuento. En el apartado vehículos también veremos como su moto se convierte en un aeroplano. Sin palabras.
Ya queda menos para acabar la infausta década de los 70. Una última perla y saltamos a los 80.
0 comments