Magic, magic, la maravilla de lo inexplicable

 Magic, Magic la última película del director chileno Sebastián Silva (La nana) viene envuelta y arropada bajo la etiqueta de nuevo cine de terror. El diseño de sus carteles, su participación en el festival de Sitges e incluso su título pueden prestar a engaños y por lo tanto a decepción. Nada más lejos de la realidad, la quinta película del director sudamericano no es una peli de miedo (aunque tome y pervierta algunos de los tics de este género).

Una frágil chica estadounidense aterriza de repente, y sin capacidad de reacción, entre un grupo de desconocidos que va a pasar un fin de semana en una cabaña aislada del mundo en una recóndita isla chilena (jóvenes, cabaña…) Los que prometían ser unos días de diversión acaban convirtiéndose en una experiencia terrorífica cuando la protagonista (Juno Temple) comienza a perder el control.

Pero no esperéis un terror sobrenatural, paranormal o mágico. El monstruo interior de esta chica que se siente fuera de lugar y que ni siquiera puede entender el idioma en el que hablan sus acompañantes está más cerca de la Repulsión de Polanski que de los  chicos del Crystal Lake de Viernes 13.

magic, magic

Y tampoco esperéis un ritmo vertiginoso. La cadencia de la cinta está más cercana a la de una ensoñación con visos de pesadilla, a una atmósfera densa y enfermiza, que al frenético bombeo del horror para todos los públicos.

Una vez quitados los vendajes de hacia a donde nos dirige este ritual mágico, es el momento de vislumbrar que estamos ante una de las más estimulantes exploraciones de la locura vistas en pantalla de los últimos tiempos. Juno Temple (Killer Joe,  El Caballero Oscuro: la leyenda renace), y su portentosa interpretación, tienen ganado un puesto de honor en la tradición de personajes femeninos en los limites de la cordura.

Añadamos la extraña y estimulante presencia de Michael Cera chapurreando español (que ayuda aún más a despistar en este juego de géneros cinematográficos), el sentimiento constante de desubicación (y la lucha de las dos américas), el brumoso paraje chileno, el hipnótico descenso a los infiernos de la mente de nuestra desprotegida protagonista y el escalofriante clímax final, y estaremos ante una de las propuestas independientes más interesantes y que más poso a largo plazo deja en nuestro paladar.

 

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