Volvemos a hacer un transgénero de letras, para convertir Cine en Serio en Cine en Serie, ya que la nueva venida de un héroe Marvel así lo merece. Kiko Veneno ya le cantó a esos señores que pululan por el barrio, con sus motes y sus cosas, lejos de pertenecer a las grandes masas y al mainstream, son tipos normales más cercanos a la risa que al drama griego en cinco actos. Pero dejemos de un lado al Hombre Lobo de Pino Montano, para centrarnos en la nueva aventura de Marvel en Netflix, Luke Cage. Esta tercera inmersión, cuarta si contamos la segunda temporada de Daredevil, sirve de antesala al gran evento televisivo que nos tienen preparadas las dos network para un futuro cercano, que aparte de contar con los ya nombrados, también estarán Jessica Jones y Iron Fist, aunque esta vez estarán todos bajo el nombre de Los Defensores.
Tras estas líneas –que habrás leído hasta la saciedad– nos bajamos al barro, al Harlem en-teoria-más-chungo para contar la historia de Luke Cage, un working class hero que a base de hostia fina, se abrirá paso por al sistema corrupto de la ley, la mafia más ganstarap y llegará a tiempo a casa para la hora de la cena. Vamos, el esquema de siempre.
El problema de Luke Cage, es que está bien, por eso da tanta rabia cuando se tuerce hacia la mitad de la temporada y pasa desde un Training Day a una road movie; pero también es un culebrón barato de sobremesa, ofreciéndonos momentos finales de auténtico bochorno. Lo cual hace que sea complicado conectar con la serie, logrando que uno se pierda entre la amalgama de géneros, intentando descubrir de qué va todo eso.
Dejando aparte estos problemas, la pregunta es otra: ¿es entretenida y se deja ver? Contestar positivamente a esta pregunta me dará un espacio en el salón de la fama de los titiriteros que juegan con la mente. Luke Cage es entretenida y se deja ver pese a todos sus fallos; recuerda en ocasion es a un blaxplotation de baja calidad que da momentos entretenidos; aunando eso con la música, logran convertirla en una serie que sabe a lo que ha venido. Tal vez, lo que más se le puede aplaudir es el hecho de ser una serie que llega en el momento justo, tocando ciertos temas raciales que, lamentablemente, están de moda en la sociedad actual.
Compararla con Jessica Jones o con alguna temporada de Daredevil, sería hacerle un flaco favor, ya que pese a que comparten ese trasfondo urbano, Luke Cage se decanta más por el pop más común, como si el Batman de Adam West lo hubiera escrito Christopher Nolan. En definitiva, veremos qué nos depara la futura entrega de los héroes urbanos de Netflix, que por lo pronto, promete mucho más en su trailer, que algunos de sus camaradas en sus series completas.