Lilting es el primer largometraje de Hong Khaou (Nom Pen, Camboya, 1975) con el que obtuvo una nominación para los BAFTA y consiguió ganar en el festival de Sundance del año pasado el premio a la mejor fotografía.
Junn (Pei-Pei Cheng) es una anciana china que está en una residencia de ancianos de Londres donde nadie entiende lo que dice porque ella no habla inglés y allí nadie entiende ningún idioma de los que ella habla. Su hijo Kai (Andrew Leung) ha fallecido recientemente y era con el único con el que se podía comunicar. Pero estando en la residencia conoce a Alan (Peter Bowles) y entre ellos comienza una historia de amor.
Aunque Junn no lo sabía, su hijo Kai era homosexual y vivía con Richard (Ben Whishaw) y por ese motivo su hijo decidió que era mejor que permaneciera en la residencia en lugar de vivir con ellos. En la primera visita de Richard a la residencia observará las dificultades de comunicación que tiene Junn con Alan, por lo que decidirá llevar a una intérprete, Vann (Naomi Christie), para que estos puedan llegar a conocerse.
La delicada cámara de Hong Khaou logra en apenas 86 minutos construir un mundo en el que a veces las palabras son lo menos importante y en el que por encima de todos sobresale el papel de Pei-Pei Cheng como Junn, que consigue trasmitirnos con sus gestos y su mirada más que muchos actores con todas las palabras del mundo.
Lilting es una drama sobre la soledad, sobre las dificultades de comunicación en el mundo contemporáneo, el problema de la homosexualidad en las culturas no occidentales y, por encima de todo, sobre el gran dolor que genera la pérdida de aquello que amamos.
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