Dos Biznagas de Oro en pasadas ediciones del Festival de Málaga (Héctor y 15 años y un día) han sido probablemente los puntos álgidos de la directora madrileña Gracia Querejeta en los más de 30 años de carrera desde su debut en 1992 con la lánguida Una estación de paso. Su cine adulto y de grandes temas tuvo una breve pausa en su paso a la comedia con Ola de crímenes en 2018, que el público prefirió ignorar. Ahora, tras cinco años sin estrenar película, Querejeta vuelve a la pantalla grande con La buena suerte protagonizada por Hugo Silva y Megan Montaner.

Silva interpreta a Pablo, un reconocido arquitecto, que decide en un arrebato instalarse en un destartalado piso en un pueblo perdido de la mano de Dios. Como no podía ser menos, Pablo huye de un tortuoso pasado y esconde un secreto que se nos irá desvelando en convenientes flashbacks adornados de una burda voz en off. En el colmo de la originalidad, en el pueblo conocerá a una chica (que también tiene un pasado dramático) con la que iniciará un romance. Cuando todo parece enfocado al drama de segundas oportunidades, La buena suerte da un volantazo hacia el thriller policial que termina descarrilando cualquiera que fuesen sus intenciones.
La buena suerte incide en las eternas diatribas paternofiliales que han caracterizado la carrera de Gracia Querejeta, pero se encuentra muy lejos de las profundas intenciones de las anteriores películas de la directora. Todo su conflicto dramático es verbalizado y expresado en aburridos flashbacks que ni siquiera intentan acercarse a las formas poéticas de sus obras del siglo XX como El último viaje de Robert Rylands y Cuando vuelvas a mi lado. Definitivamente, Querejeta se ha instalado en una prosa que no sabemos a quién puede interesar.
Estreno en España: 6 de junio de 2025
La buena suerte (Gracia Querejeta, 2025) ⭐️½
