El señor Stallone venía de encadenar tres éxitos del calibre de Máximo Riesgo, Demolition Man y El Especialista. También hay que tener en cuenta que antes que estas tres había hecho su intento de actor de comedia con las sonrojantes Oscar y Alto o mi madre dispara. Pero bueno, ya se sabe que en Hollywood vales lo que hayan recaudado tus tres últimas películas (esto me lo acabo de inventar). Así que Sly estaba en posición de hacer lo que le viniese en ganas y se metió en el embolado de interpretar al Juez Dredd.
En principio podría parecer que el personaje del Juez Dredd le podía venir bien: un policía/juez brutote en un entorno futurista. Desafortunadamente la maravillosa Demolition Man estaba cerca y a alguien se le ocurrió que podría engañar al personal haciendo parecer esto como una especie de derivación de aquella: aquí vino el primer error, es decir, Dredd no debería haber tenido nada que ver con Demolition Man.
El guión de Juez Dredd bebía directamente de un par de arcos argumentales de los comics y eso no estaba del todo mal. El problema es que después de plantear la historia las licencias que se tomaban fueron excesivas hasta el punto de enervar a los fans del comic. La principal fue una tontería tan grande como el tema del casco. En los comics el Juez Dredd NUNCA se lo quita, es su seña de identidad, su marca y su esencia. Pero claro si tienes a un Sylvester Stallone hinchado de ego no le vas a decir que no enseñe el careto. Encima el tío va y le encarga el vestuario a Giorgi Armani para lucir tipín y salir guapetón.
Si seguimos con las cagadas tenemos la creación de un entorno excesivamente limpio para lo que se supone que es un futuro apocalíptico. En Demolition Man el humor funcionó muy bien y aquí se intentó una cosa parecida fichando de nuevo a Rob Schneider. Que cada uno saque sus conclusiones porque conozco a un par de depravados a los que a este tipo les hace gracia y tampoco me quiero enemistar con ellos. Aquí parece que el único que se lo curró fue el director de casting. En el reparto aparecen Max Von Sydow, Diane Lane, Jurgen Prochnow y un Armand Assante que en su época era conocido.
De todos modos, Juez Dredd a pesar de sus numerosas carencias no deja de ser una película eficiente y entretenida si no nos ponemos demasiados exigentes. Pero no está a la altura de lo mejor de Stallone ni de lo que como vemos con la excelente Dredd podía dar de si el personaje.