Primer pase de Anacleto: agente secreto de Javier Ruiz Caldera. Pero no un pase de prensa con críticos muy serios, sino con público. Ese público al que va dirigida la película y que es el que este fin de semana la ha colocado en el segundo puesto de la taquilla española, solo superada por la también española Atrapa la bandera. Hablamos con Javier Ruiz Caldera al día siguiente de este primer pase con público con la tranquilidad de saber que hubo suficientes risas como para asegurar que la cosa no había salido mal del todo.
El público disfrutó mucho en el preestreno de Anacleto: agente secreto, creo que lo notaste, ¿no?
Sí, aunque estaba un poco nervioso. Porque empiezas a ver cosas que quizás no te gustan. Pero cuando ves que la gente se está riendo te calmas. Al menos ayer, que fue la primera vez, estuvo bien. Imagínate si no llega a reírse nadie.
¿Crees que Anacleto: agente secreto va a funcionar como se espera?
La hemos hecho para eso, para que la vea y le guste al público. También es verdad que no tenemos alrededor la maquinaria de un Mediaset o Atresmedia, que al final es importantísima para dar a conocer una película como esta. Por supuesto la labor de los periodistas ayuda, pero ojalá funcione.
¿Cómo ves el boom que se está viviendo sobre adaptaciones de tebeos clásicos como Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo, Zipi y Zape y el club de la canica o Superlopez, que está por venir?
Creo que es normal. Lo que está funcionando en Estados Unidos ahora son las adaptaciones de cómics de superhéroes porque la mayoría de los cómics son de superhéroes allí. Aquí nos fijamos a ver qué funciona a nivel industrial y tenemos la suerte de tener una cantera de tebeos y es normal que se intenten llevar a la pantalla. Y es una suerte que el público esté reaccionando, tanto Mortadelo y Filemón como Zipi y Zape funcionaron muy bien y a ver ahora Anacleto. Los productores se fijan en qué es lo que demanda el público e intentan dárselo. Anacleto: agente secreto busca el favor del público y espero que guste a quien va dirigida.
Creo que el público agradece mucho ver que en estas películas se invierte un generoso presupuesto pero estoy seguro que vosotros los directores siempre os quedáis con el gusanillo de que se podrían haber gastado un poquito más…
Bastante más, sí (RISAS) Por ejemplo, cuando tienes que explotar un coche, tienes solo un coche, si sale mal habrá que inventar otra cosa. Siempre piensas que si tuvieses otro lo podrías hacer mejor. Pero no, no lo hay. La verdad es que aquí hemos tenido lo que hemos necesitado. Anacleto: agente secreto es una película que para hacerla como queríamos, con la acción y la estética que buscábamos, necesitaba de un buen presupuesto. Y eso conseguirlo cuesta, sobre todo haciendo películas en español. Porque a partir de un presupuesto ya surge la pregunta: ¿y si la haces en inglés? Pero obviamente Anacleto no tendría ningún sentido en inglés, por lo tanto nunca fue una opción. A mí me gusta hacer comedias con una gran producción, además creo que cuando me dan dinero las películas me salen mejor. Espero que me oiga algún productor (RISAS). Y, por supuesto, me gusta hacerlas en español, que es el idioma en que me manejo.
Como bien dices Anacleto es un personaje muy español con ese componente cutrón…
Esa decadencia es la que me hacía gracia y con un envoltorio muy americano que me parece normal para mí. He crecido viendo películas españolas pero a la vez viendo películas americanas, japonesas y francesas. Todo eso se mezcla y sale tu personalidad. A veces me comentan que tengo un estilo muy americano. Pero no sé, el cine que he visto es ese y es lo que me sale de forma natural.
Tanto en los tebeos de Anacleto como en la película está muy presente la realidad social española, aquí son los recortes y la crisis las que está presente de forma muy natural…
Lo primero que hice fue una lista de cosas que había que llevar del tebeo a la película: Anacleto tenía que fumar, tenía que llevar pajarita, debía aparecer el desierto, el villano tenía que ser Vázquez… Entre ellas era una cosa muy de Vázquez el poco presupuesto, la tacañería, los sueldos. Sí es verdad que en el tebeo era mucho más naíf y nosotros lo hemos actualizado a una película mucho más adulta, para hacerlo un poco más salvaje todo. Pero sí, era uno de los elementos que estaba en la tabla Rosetta que nos hicimos de cosas que tenían que aparecer. Además, la actualidad nos lo permitía. Si Vázquez viviese hablaría de esto, de los recortes y de la crisis.
¿Cómo surge la idea de Imanol Arias como Anacleto? Porque visto el resultado parece que era la única opción posible.
La idea de Imanol surge una vez que tenemos planteada el tema de que la película va a ser Anacleto treinta años después, es decir, preguntándonos ¿qué ha pasado con este personaje? Había una colección de cómics de Marvel que era What if… que desarrollaba la idea de qué habría pasado con tal o cual personaje en una situación hipotética. Así nos planteamos que Anacleto había tenido un hijo y todas estas cosas que pasan en la película. Sabiendo que es un Anacleto crepuscular la opción de Imanol era la única que pasó por mi cabeza. Además es que físicamente si te imaginas a Anacleto treinta años más tarde es Imanol, es que no hay otro.
¿Hubo que convencerlo para que aceptase el papel?
Al principio piensas, ¿cómo le digo yo a este actor tan mítico que quiero hacer con él una película que se titula Anacleto: agente secreto, que ya de por sí suena bastante chorrada? Entonces hablé con los productores y lo invitaron al estreno de Tres bodas de más, mi anterior película. La idea es que viese la película para que entendiese en qué movida se podía meter. Cuando le vi salir le vi contento y le ataqué. Me dijo que le había encantado la película y aproveché ese momento de vulnerabilidad y le dije: “tengo una película que me encantaría que protagonizases, Anacleto: agente secreto” y me dijo un sí rotundo desde el primer momento. Casi le saco el contrato ahí mismo no fuese que se arrepintiese (RISAS). Ya después formalizamos el tema, hablamos, leyó el guión y le interesó el tema de una comedia un poco salvaje y loca. Nos entendimos rápido y afortunadamente todo salió bien porque sin él la película no tendría ningún sentido.
En prácticamente seis años has hecho cuatro películas, cuatro comedias de diferente tipos, ¿te atraen otros géneros?
Esto es algo que me tengo que plantear un poco a ver si me estoy encasillando (RISAS). Pero yo estoy muy feliz con la comedia. De hecho cuando estudiaba cine los cortos que hacía eran de género, terror y gore, lo típico que hace cualquier estudiante de cine. Luego hice alguna comedia y me gustó. Y al final lo que pasa es que cuando haces una primera comedia, como fue mi caso con Spanish Movie, los productores te empiezan a llamar para eso. Ahora me dedico a leer guiones y cuando veo uno que me estimula digo “este es el que quiero hacer”. Aun así, unos salen y otros no, no es que yo tenga una varita mágica. Pero sí que busco cosas diferentes, como tú dices, una comedia fue fantástica (Promoción fantasma), otra fue spoof (Spanish Movie), otra romántica (Tres bodas de más) y ahora esta de acción. Quiero hacer muchas más cosas, me encantan todos los géneros. Y en algún momento haré un drama o una película de género seguro. Aunque yo creo que alguna secuencia divertida habrá, porque son las películas que me gustan. Y tanto en un drama como en una de terror el personaje te puede hacer reír porque es una forma de que te caigan mejor. Te emocionas más, te asustas más y lloras más cuando los personajes te caen bien y para eso ayuda mucho la comedia.
Fotos: Belén Leiva
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