Tom Clancy ha sido uno de los escritores de thrillers más prolíficos de las últimas décadas y el agente de la CIA Jack Ryan es, sin duda, su personaje más popular. Alec Baldwin (La caza del octubre rojo), Harrison Ford (Juego de patriotas, Peligro inminente) y Ben Affleck (La suma de todos los miedos) han interpretado a este personaje en el pasado. Ahora le toca el turno a un joven Chris Pine (que viene de interpretar a Kirk en la última película de la saga Star Trek) dirigido por Kenneth Branagh.
Jack Ryan es un joven estudiante que, después de los atentados del 11S decide alistarse en el ejército, aunque en su primera incursión en territorio enemigo se ve gravemente dañado. Keira Knightley será la encargada de curar sus heridas y, posteriormente ser la dulce novia de Ryan, Cathy; y un Kevin Costner en horas bajas será el encargado de reclutarle y hacer el papel de su mentor dentro la CIA. Así Jack volverá a la universidad a terminar su doctorado y convertirse en un joven analista de la CIA que intentará descubrir una trama oculta que quiere acabar con los EE.UU.
Volver a revivir una saga es complicado si uno no deja de comprarla con todo lo que ha sido antes, pero en este caso resulta inevitable hacerlo. Chris Pine tiene una correcta interpretación de lo que bien podríamos llamar “el agente perfecto”: es un tipo guapo, inteligente, noble, leal, comprometido con su país y que lo va a dar todo por evitar que la tragedia ocurra. Por desgracia en esta descafeinada versión de Ryan todo resulta demasiado predecible y lo único interesante es resucitar el viejo duelo entre la U.R.S.S. y los EE.UU., porque después de tanto talibán se agradece un poco de guerra fría, un poco de vodka, imágenes del Moscú, nieve y soldados rusos cayendo por las escaleras.
Paramount buscaba con el rostro del joven Chris Pine atraer el interés de los adolescentes norteamericanos, pero en este intento por renovar la franquicia me temo que solo los nostálgicos del cine los 80 irán para ver una película con muchos tiros, una chica muy guapa, un malo muy malo y un héroe de los de antes… pero que saldrán bastante indiferentes e irán corriendo al videoclub (virtual o no) a alquilarse La caza del octubre rojo y hacerse unas palomitas en casa. Y es que quizá lo mejor sea quedarse con una manta en casa y directamente no ir al cine a ver a este Jack Ryan. Ojalá el próximo sea más interesante.
0 comments