El encuentro es con los actores Imanol Arias y Alexandra Jiménez para hablar de Anacleto, agente secreto. Pero con Imanol uno se da cuenta rápido que la conversación puede derivar hasta cualquier sitio. La verborrea del actor y el sincero entusiasmo que demuestra hacia la película de Javier Ruiz Caldera hace que domine la habitación, al igual que arrasa en la pantalla con su interpretación del personaje de TBO… Felicidades por la película. La verdad es que verla con público, escuchar cómo se ríen y que se lo pasan muy bien….
A: ¡Lo que deseábamos! Tiene como un efecto contagio. Como las comedias en general y sobre todo si es una comedia de acción hay más efecto contagio. Por lo tanto, cuanto más gente haya más disfrutas como espectador.
I: Anacleto es una película para verla con el público.
Yo siempre he pensado, además, que la comedia es para verla con público y no ahí solo sentado en tu casa…
I: La posición más grandiosa es la humildad de ver nuestra película con el público. A mí lo que me sorprende es el margen de edad del espectador. Uno puede parecer que frente a una película en que la moral última justifica las inmoralidades, es decir, cuando tienes que acabar con alguien y acabas con él sin rencor, sin malicia y casi, casi sin repulsión, pensaba que eso en un público joven, en una película familiar tendría un conflicto. Yo oía a los chavales reírse ayer de cosas que para mí pasaban desapercibidas. “Estoy preparado” es casi, casi una frase de “voy a pasar a la siguiente pantalla” en el videojuego y de alguna manera, cada vez que salía un “estoy preparado”, los chicos de 14, 15 años eran como si se dijera “venga, siguiente pantalla”, y eso lo tienes que ver con el público, es muy interesante.
Imanol, tú no has hecho mucha comedia en tu carrera. ¿Cómo te sentiste cuando Javier te propuso hacer Anacleto en este registro, aunque tu personaje digamos que es el menos cómico de la película?
I: Siendo muy estricto, comedia pura no he hecho. He hecho comedia romántica o sentimental, o personajes que al recordarte algo de tu pasado, como este padre que hago eterno últimamente, (RISAS) que más que una comedia es una nostalgia. Comedia, comedia yo creo que he hecho Todos los hombres sois iguales, que también tiene que ver mucho con meterme en un sandwich con dos cómicos muy buenos como Juanjo Puigcorbé y Antonio Resines y en un momento muy bueno. Y poca cosa más, también hice otra cosita en Argentina que se llamaba Mi primera boda, que es una película del director de la película que ha estrenado ahora Maribel Verdú. Y menos una comedia inteligente, muy matemática, como esta. La comedia requiere mucha humildad, mucha velocidad, mucha escucha, y en un momento determinado se para la toma porque me parto con lo que hace el tipo que tengo al lado. Nunca había hecho algo parecido y en ese sentido rodar con Javi es toda una aventura. Javi es muy bueno, es muy bueno. Los guionistas son muy buenos y el equipo que trabaja con Javi han adquirido ese ritmo de comedia con lo cual el rodaje era trepidante, pero con un ánimo de…(chasqueando los dedos) “estamos preparados” “venga vamos”. Ha habido cosas muy entrañables. Ver a un tío con tanto talento como Berto Romero y pensar que tú le estás enseñando algo cuando te está dando lecciones continuamente; que se impresione cuando tú vas y le dices “¿Qué pasa?” y Berto te contesta “Ay, maestro”…el equipo que me rodeaba eran… (chasqueando los dedos) matemáticos. Yo tenía la impresión que llegaba un segundo más tarde porque es fantástico para la película pero yo lo he pasado como el culo porque nadie me lo decía. “Es bueno que llegues un segundo más tarde”, iban a una velocidad, de cómo se preparan…. ha sido una experiencia….
En cambio, Alexandra, tú estás especializada en comedia y además es tu tercera película con Javier. ¿Cuándo te veremos hacer un drama?
A: Yo estoy deseando hacer todo. (RISAS) Y muchas veces incluso haciendo comedia tú no sientes que estás haciendo una comedia. Hay muchísimos personajes que viven auténticos dramas, de hecho tú lo cuentas desde ahí, no siempre tu labor es estar graciosa y sin embargo el envoltorio parece ser una comedia porque lo etiquetamos así. Pero al final me parece que todo es mucho más parecido de lo que nos empeñamos en publicar, en tener que ponerle la etiqueta de comedia o de drama porque verdaderamente los personajes sufren igual y normalmente sufren mucho. La diferencia es que algunas veces el prisma se coloca para que tú como espectador lo recibas de una manera que te haga reír y otras veces no te haga ninguna gracia. Pero la magnitud del sufrimiento de Anacleto muchas veces es muy parecido. Otra cosa es el tempo, que es muy diferente y ese ritmo interno que muchas veces hay que tener que a veces ni siquiera hay que pensarlo, pero hay que conocerlo o tener un director como es el caso de Javier Ruiz Caldera que tiene un control sobre la comedia que es impresionante. Porque además te hace sentir que puedes hacer lo que quieras, que estás libre, que todo lo que se te ha ocurrido es muy ingenioso y que sí, sí, sí, pero sin que tú lo notes. Te va llevando hasta donde él quiere y consiguiendo exactamente el tempo que quiere, y la intensidad que quiere y tú te estás creyendo que estás haciendo lo que quieres hacer. Eso es ser un gran psicólogo y un grandísimo director.
Al ser la tercera película juntos supongo que ya os conoceréis personalmente un poco….
A: Sí, ayer hablábamos de que ya era hora de que nuestros padres se conociesen (RISAS). Hay que empezar a ponerse serios.
Yo te veo más como pareja romántica de Carlos Areces…
A: (RISAS) También, también, es una historia de amor
Areces es también un fijo en las películas de Javier Ruiz Caldera y habéis coincidido en tres películas…
A: Sí, sí, estamos abonados; y Silvia Abril también (RISAS). Y espero no perderles de vista jamás.
I: Es verdad que la intensidad del personaje de Vázquez cuando tú le alteras es diferente al resto….
A: ¿A qué se ensaña más? (RISAS)
I: Sí, es diferente al ensañamiento con su archienemigo o con cualquiera. Hay algo con ella…(RISAS) es increíble.
Vosotros dos habéis hecho mucha televisión, ¿cómo os enfrentáis a la diferencia de preparar un personaje para un medio u otro?
A: Cada vez noto menos la diferencia porque nunca hay tiempo para nada. Nunca tienes el tiempo que desearías, y en el cine tampoco. Cada vez está más cerca una cosa de la otra. Y hay veces que sería toda una bendición tener todo ese tiempo y hay otras que a veces es mejor no tenerlo, dar el resultado y trabajar con esa presión agradable. Es un sabor agridulce saber que no tienes tiempo y que tienes pocas herramientas pero que eso te posiciona en el límite y de pronto te descubres dando el 200% y esto también es muy interesante.
I: Hay paradojas con la televisión que son curiosas. Es verdad que en la televisión se tiene menos tiempo, se graba más metraje en menos tiempo, es decir un capítulo de una hora y diez, que es lo que duran las series españolas. Incluso hemos llegado a una hora y veinte, se hacen en un lapso de 7 a 11 días que creo que es lo que hicimos nosotros una vez como máximo, o 12 como muy máximo. Sin embargo, el movimiento interno, con multicámaras, es tres veces más lento que el cine. Yo siempre digo en broma que he visto continentes moverse más rápido. Y siempre dicen “no, pero sí tú vienes del cine”…¿el cine? el cine va a una velocidad tremenda. Yo creo que la televisión es la hermana pequeña del cine, pero que crece muy bien, sobre todo en el momento en que se liberan un poco los parámetros. Nosotros tenemos una muy buena televisión. Pero nos faltan opciones de pago asequibles. Es decir, opciones que no sean generalistas. Creo que la duración de nuestros capítulos y el que sean familiares hacen que toda nuestra televisión sea muy aparatosa. Es un enorme defecto. Es como tener que jugar al poker con cartas de mus y entonces se te ve la trampa. Lo veo en las demás series, lo veo en la mía que en medio de un atraco alguien tiene que decir “¿ha cenado la niña?” porque hay una niña allí y va a salir a las 22 y 10. Cuando se supere eso llegaremos a hacer una buena televisión. En Estados Unidos pasó con las televisiones y en España tiene que pasar por lo mismo, que haya un amparo del audiovisual. Las series darán un cambio, y de tres cámaras se pasará a que es mejor hacerlo con dos, incluso más rápido, y habrá series que tengan dos millones de espectadores porque son de 18 para arriba, o series que puedan tener cinco porque es la historia de una familia. Ese límite el teatro lo tiene muy bien resuelto, hasta la prensa, hasta internet, youtube tiene unos niveles de edades muy bien definidos, que creo que nuestra televisión, al ser generalista y además hecho por dos cadenas dominantes o tres, todavía nos queda ese paso. Esa sería la gran diferencia.
Cuando te ofrecen hacer Anacleto, y te ves de repente rodeado de este elenco joven con tanta pasión, ¿qué piensas? ¿cómo te lo planteas?
I: Me dieron muy pocas opciones y fue muy sorpresivo. Primero recibo una llamada de Paco Ramos, el productor, que me dice que le gustaría que conociera a un director. Me invitó al estreno, me dijo que era su última película, que es de encargo, como todas las que hace. Fui y me encontré con Tres bodas de más. Yo había visto Spanish movie y Promoción fantasma, y me siento y veo otra película. Cada vez que veo una película de Javi es como otro mundo, parece otro director.
Me pareció una comedia muy singular, muy joven donde el mayor era Paco León. Yo ya no estoy para este muchacho ni para hacer de Paco León a no ser que haga un surfero ya loco con 59 años que salga ahí con las trenzas y que diga “bueno, es que sigo casándome…”. Cuando termina la película, voy emocionado a darle un abrazo y se me olvidó que iban a ofrecerme algo. Le digo “tienes una mano…” y muy serio me mira con esa cara que tiene él entre Gandhi, el primer presidente de los EEUU, (RISAS) una mezcla perfecta entre Daniel Day-Lewis y un actor indio, muy samurai y me dijo “tengo un proyecto y no tengo plan B, es hacer Anacleto”. Yo le dije “hombre, se ha hablado mucho de mí para Super López, el mundo del comic ha hecho muchas reflexiones en los foros y se han empeñado en buscar… lo que pasa es ya no tengo la edad” y me dijo “esa es la suerte y el handicap es Anacleto 30 años después” Y dije “sí” sin haber leído el guión.
Luego, leyendo el guión la sensación es que en la vida no hay que medrar, hay que crecer y no hacer cálculos porque yo sin hacer ningún cálculo me he encontrado con uno de los mejores guiones, y me he encontrado con un director que también me ha sorprendido, me he encontrado con un equipo que viene de hacer películas muy gordas y cuando vienen a hacer la nuestra, lejos de vaguear, vienen con toda una ilusión. A mí un tipo, en esta película, durante todos los días de rodaje con una moleskine anotaba todas las distancias y venía de hacer Lo imposible, un chico al que yo le debo llevar 40 años. Yo mientras tanto escuchando como decía “glotis 3/4 predomina ojo derecho”…. Un día le di un abrazo. Eso era una novedad en mi vida: un chico con una moleskine venía y decía “cuidao que tiene un foco muy delicado, lo demás libre” (RISAS). Fue una suerte, el hecho de que no hubiera plan B ha sido una suerte en mi vida porque yo he especulado muy poco con Anacleto. Me importaba mucho rodar con un actor como Quim Gutiérrez, que es un tío inteligente, que hace humor. Es un tío con una integridad suficiente para que nunca te canses de él, siempre estás pidiendo “yo quiero verlo más”. Creo que he hecho una de las cosas más hermosas de mi vida y además me sirve mucho personalmente porque es un padre. Me sirve incluso para la serie, y me sirve incluso para levantarme por la mañana con mucha alegría. Me sirve incluso para hacer el bobo delante de un photocall y hacer así como que soy Daniel Craig (RISAS)
Además, tú llegas de nuevas con todo este equipo que ya se conoce…
I: He aprendido mucho con ellos. La única frase que inventé para la peli fue una para Berto que digo: “cuanto más estiras menos planchas”. Yo le veía y le decía “estás increíble” tengo que meter alguna frase….y se lo pedí, porque el guión de la comedia es química, es matemática, y Javi me la colocó. Berto era una joya porque venía y me decía: “ay qué bueno esto, qué bien que me hayas dicho esto” y yo le decía “no, qué velocidad la tuya, pero qué inteligencia, por Dios, pero qué has dicho, la vida de un nerd, ¿cómo has dicho eso?”. Me hacía ponerme las pilas y sobre todo me lo pasaba muy bien. Anacleto, agente secreto es una película de la que nunca tuvimos la sensación de riesgo ni de que lo íbamos a petar, nunca hacíamos comparaciones. Es muy curioso el ambiente que crea Javier, como que esto es una aventura. Javi es muy estricto pero tiene mucha inteligencia emocional, es un hombre de cine, que ha mamado el cine, que ha vivido el cómic, que es generacional y que además hace películas de encargo. Todavía nadie le ha enganchado en una esquina y le ha dicho “como no hagas una película totalmente tuya como Kubrick no serás nadie”. Afortunadamente, nadie le ha metido ese miedo en el cuerpo…
A: Y si lo han intentado tiene el carácter suficiente como para que no le afecte lo más mínimo
Un director que ha hecho cuatro películas en seis años en España, y las cuatro de encargo pero que han funcionado y resultan además buenas es un mérito
I: Eso es
A: Y tanto.
Fotos: Belén Leiva
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