Si hace un año el encargado de dar el pistoletazo de salida al Festival de Sitges era Jaume Balagueró, este año tenía que ser el turno de Paco Plaza. No se puede entender la historia del festival de Sitges sin la influencia que han tenido estos directores ya sea a través de proyectos en los que han trabajado conjuntamente (Rec, Rec 2) o en solitario (Musa, Venus, La Abuela). Ellos han sido unos de los principales motores del cine de terror nacional de las últimas dos décadas y han trabajado incansablemente para construir un legado fílmico que suele tener siempre como primer punto de destino la ciudad de Sitges.
Si algo constata Hermana Muerte y que ya dejaba entrever su anterior trabajo La abuela, es que Paco Plaza ya es un director veterano, un director en mayúsculas. Su carácter más canalla e improvisador de películas como Rec 3 parece haber quedado atrás para dar rienda suelta a un estilo más metódico y sobrio pero igual de encantador. Hermana Muerte es una película super cuidada visualmente en la que todo parece estar en su sitio, la dirección de arte, vestuario, la caracterización de los personajes, la dirección de fotografía, los encuadres; todos los factores estéticos del film construyen una película de una factura visual impecable. Este es el principal apoyo y atractivo de una obra que por lo que más destaca es por su sencillez. Un solo escenario, pocos personajes y una complejidad narrativa muy diferenciada de su antecesora Verónica que exigía un tratamiento muy diferente. Pero Hermana Muerte pese a su sencillez no es un simple complemento a la ya mencionada Verónica ni se nota en ella una excesiva gratuidad por expandir este universo. Es una obra de terror que juega muy bien con sus recursos y donde el marco de la religión y la crisis de fe son perfectos para desarrollar una película tremendamente inquietante. Y cuando uno tiene la sensación de que Paco Plaza no parece que vaya a sorprendernos con nada y su película se vaya a ir del festival simplemente con el adjetivo de “correcta” nos regala un último tramo de película absolutamente delicioso con una resolución que destaca por su originalidad.
Si Paco Plaza por algún casual tiene pensado expandir aún más el universo de Verónica con películas que no solo están a la altura sino que realmente tienen algo nuevo que aportar, dudo que nadie sea capaz de ponerle trabas. Se ha ganado a pulso ser respetado no solo a nivel nacional sino también internacional y si Hermana Muerte consigue obtener un impacto similar al generado en el festival de Sitges, acabará convirtiéndose en una de las películas más rentables y mejor valoradas de Netflix. Crucemos los dedos.