PERLAS: Petra (*** y ½)
Jaime Rosales siempre me ha caído mal. No conecto con La soledad, su supuesta obra maestra, ni mucho menos con Tiro en la cabeza. Hace una década que procuré evitar contacto con él y su manera de ver el cine, hasta que llegó el momento de ver Petra… Para gran sorpresa. Y es que Jaime Rosales de pronto ha dejado de mirarse al ombligo y Petra está dedicada al espectador, con una trama interesante (más o menos), planos en movimiento y un guión juguetón. Además, parece que a Rosales le ha crecido un sentido del humor que le viene ni que pintado.
Muchos críticos se han apresurado a decir que esta es una obra menor (no vaya a ser que creamos que se divierten viendo cine), pero personalmente creo que es su obra más madura, en un metajuego con los espectadores. Esta telenovela venida a más, con momentos genuinamente cómicos, entretiene y divierte sin dejar de lado, aparte de la improvisación, las características del director: planos largos, movimientos lentos, etcétera.
Eso sí, algo ha cambiado: Rosales ahora pretende contar algo. Algunos lo considerarán un paso atrás, pero así es una gozada disfrutar de él. Es curioso que una obra que habla tanto de buscar la verdad en el arte sea, precisamente, la que menos «verdad» tiene de toda la filmografía del director. Que siga así.
Ha nacido una estrella (***)
Hasta ahora, el mayor logro como actriz de Lady Gaga había sido en la serie American Horror Story o como secundaria en la secuela de Sin City. Dicho de otra forma: como cantante sí, pero nadie había pensado en ella más que como curiosidad… hasta que Bradley Cooper la ha descubierto, de forma sorprendente y magnífica, en Ha nacido una estrella, el motor para que Gaga y Cooper luzcan como nunca y, para qué negarlo, se hinchen a ganar premios. Personalmente, Lady Gaga no me dice nada como música, pero como actriz… Ay, como actriz.
Gaga solventa, ella sola, gran parte de los problemas de Ha nacido una estrella con una interpretación que huele a Óscar y en la que sufre, se alegra, canta y derrocha carisma como nadie. Aunque ya nos conozcamos la historia de las versiones anteriores del film (que apenas han tenido revisiones), es encantadora gracias a su dúo protagonista, que recuerda a otros tiempos en Hollywood: cantan bien, se quieren muy bien y lloran muy bien. Y, sin ningún prodigio de ningún tipo, ambos, junto a un Sam Elliott único, consiguen hacer de un posible desastre un éxito seguro. ¿Conseguirá Gaga el EGOT? Tiempo al tiempo, porque va por buen camino. Ha nacido una estrella.